La mujer australiana denunció que el golpe la dejó con dos ojos morados y la nariz gravemente golpeada.
El vocalista de Guns N’ Roses, Axl Rose, se ha comprometido a poner fin a su tradición de lanzamiento de micrófonos.
La semana pasada, la fan Rebecca Howe afirmó a través de las redes sociales que se quedó con dos ojos morados y la nariz gravemente golpeada después de recibir el impacto del micrófono que arrojó el músico a la multitud al final de un concierto en Adelaida, Australia el 29 de noviembre.
A la luz de las lesiones de Howe, Axl Rose recurrió a Twitter durante el fin de semana para anunciar que ya no arrojará micrófonos en los conciertos.
“Me llamó la atención que una fanática pudo haber resultado herida en un show en Adelaida, Australia, posiblemente golpeada por el micrófono al final del espectáculo cuando tradicionalmente tiro el micrófono a los fanáticos”, escribió.
“Si es cierto, obviamente, no queremos que nadie salga lastimado o de alguna manera lastime a nadie en cualquiera de nuestros shows en cualquier lugar. Habiendo arrojado el micrófono al final de un show durante más de 30 años, siempre sentimos que era una parte conocida de la muy al final de la actuación que los fanáticos querían y sabían que tenían la oportunidad de tomar el micrófono (sic)”.
Rose no aclaró si planea comunicarse con Howe.
Sin embargo, la estrella insistió en que nunca quiso causar daño a los asistentes al concierto.
“Independientemente del interés de la seguridad pública, de ahora en adelante nos abstendremos de arrojar el micrófono o cualquier cosa a los fanáticos durante o en las actuaciones”, agregó el artista.
“Desafortunadamente, hay quienes por sus propios motivos optaron por enmarcar sus informes sobre este tema en una perspectiva más negativa e irresponsable. Nada podría estar más lejos de la realidad. Esperamos que el público y, por supuesto, los fanáticos entiendan eso. Muchas gracias a todos por entender”, expresó.
Guns N’ Roses tocará próximamente en Wellington, Nueva Zelanda, el 8 de diciembre. (Rts)
