La cafeína es la sustancia con efecto estimulante más consumida en todo el mundo.
Los preparados más utilizados son el café y el té, aunque también existe un consumo relevante de yerba mate, refrescos de cola y bebidas energéticas.El efecto estimulante de la cafeína, debido a sus acciones en el sistema nervioso central, es de poca potencia. De hecho, ni la Organización Mundial de la Salud (OMS) ni los manuales diagnósticos la consideran una droga que derive en trastornos por dependencia. Sin embargo, el consumo puntual en gran cantidad puede producir una intoxicación.
De la misma forma, la retirada brusca en consumidores habituales podría provocar un síndrome de abstinencia de poca duración e intensidad.Para aprovechar los beneficios sin obtener riesgos, la mayoría de guías y recomendaciones de consenso establecen que dosis bajas y moderadas de cafeína pueden ayudarnos a mejorar los niveles de activación, tanto cognitiva como física, sin consecuencias negativas.