MÉXICO.
(RT)- El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, consideró que el informe anual sobre derechos humanos elaborado por el Departamento de Estado de EE.UU. «es pura politiquería».
«No es cierto, están mintiendo», señaló el mandatario al rechazar el texto en el que se hace referencia a casos de abusos e impunidad en México.
Desde las instalaciones de la Octava Región Militar de Oaxaca, López Obrador destacó que este informe es una muestra de que el gobierno estadounidense «no quiere abandonar la doctrina Monroe, y antes el llamado Destino Manifiesto».
«No quieren cambiar, entonces se creen el gobierno del mundo», puntualizó.
En el informe sobre derechos humanos, EE.UU. señala al presidente de México de supuestamente «desacreditar» a periodistas y organizaciones de la sociedad civil en sus conferencias de prensa diarias.
«Nada más ven la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio, y no es para enojarse, así son, nada más decir que no es cierto, que son unos mentirosos, pero que tampoco lo vayan a tomar a mal», insistió.
En esa línea, hizo una analogía respecto a la validez del documento: «Es como si aquí nosotros los evaluáramos». Más en detalle, se preguntó por qué si los estadounidenses «hablan de periodismo y libertad, tienen preso a [Julian] Assange; se si habla de actos de violencia, ¿cómo es que un periodista premiado en EE.UU. asegura que el gobierno de ese país saboteó el ducto de gas de Rusia a Europa?», cuestionó.
Qué dice el informe
Entre otras cosas, el Informe de países sobre prácticas de derechos humanos 2022 asegura que se tienen reportes de que en México hay «homicidios ilegítimos o arbitrarios por parte de la policía, el ejército y otros funcionarios gubernamentales; desaparición forzada por agentes del Estado; tortura o tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes por parte de las fuerzas de seguridad».
Por otro lado, se destaca la falta de investigación respecto a la violencia de género, así como en delitos que involucran a personas de la comunidad LGBTIQ+.
Menciona que «la impunidad y las tasas extremadamente bajas de enjuiciamiento siguieron siendo un problema para todos los delitos, incluidos los abusos contra los derechos humanos y la corrupción».