El Gobierno de Estados Unidos presidido por Joe Biden advirtió este viernes a los gobernadores de los estados que están restringiendo el aborto que deben permitir esta práctica cuando la vida de la madre esté en riesgo.
El secretario de Salud, Xavier Becerra, envió una carta a los gobernadores recordándoles que las leyes que aprueben tienen que cumplir las normas federales que garantizan la protección de la salud de las mujeres.
Los estados conservadores de Texas, Idaho y Tennessee comenzaron a implementar este viernes unas leyes que prohíben casi por completo el aborto y, en algunos casos, establecen castigos de hasta cadena perpetua para los doctores que lo practican.
Se trata de un nuevo paso en la guerra contra el aborto que se libra a nivel estatal desde que el Tribunal Supremo de EE.UU. retiró en junio las protecciones federales a ese derecho, lo que ya ha dejado a más de 20,9 millones de mujeres en edad reproductiva sin acceso a ese procedimiento.