En las cárceles hondureñas es muy fácil que entren armas, pero tienen muchas restricciones para una biblia, comentó directivo de la Asociación de Pastores de Tegucigalpa, Leopoldo Villacorta.
“Que el hecho que en el que una persona perdió la vida y varios resultaron heridos se diera de manera sincronizada refleja que existió una planificación y eso preocupa ya que revela que las autoridades a cargo no tienen el control de las cárceles”, dijo el líder religioso.
A esto se suma, la negativa de las autoridades de los centros penales para permitirles trabajar con los reos cuando se lo han solicitado.
“Contrastantemente, nos sorprende que a pesar de ese rigor para con nosotros (los pastores) exista dentro los centros penales armas de alto calibre que ingresaron de una u otra forma”, agregó.
Consideró que la situación del sistema carcelario del país es grave y recordó que se trata de personas que están tratando de reformarse.
Exhortó a los gobernantes del país a emprender las medidas preventivas y buscar soluciones viables para los privados de libertad y sus familias.