San Pedro Sula, Cortés. Sentencia condenatoria es lo que pretenden obtener agentes de tribunales de la Fiscalía Contra los Delitos Comunes, en el caso del supuesto administrador de la pandilla 18 quien logró fugarse de la cárcel de máxima seguridad “El Pozo”, en Ilama, Santa Bárbara, donde cumplía una pena de 63 años de reclusión.
Jesús Valmaña Cruz, enfrenta cuatro delitos de usurpación de la personalidad de otro, tres de uso de documentos públicos falsos, quebrantamiento de condena y cohecho cometido por particulares.
El acusado fue condenado el 13 de octubre de 2018 a la pena de 40 años por el delito de secuestro agravado; 20 años por asociación para delinquir y tres años por porte ilegal de arma de fuego de uso comercial para hacer una suma de 63 años de cárcel a cumplirla en “El Pozo”, en Ilama, Santa Bárbara.
No, obstante, Jesús Valmaña Cruz logró escapar de la cárcel, para ello se borró las huellas de ambos manos y para hacer creer a las autoridades que cumplía la condena de 63 años de reclusión dejó en su lugar a otro reo miembro de la estructura de la pandilla 18.
Pero fue hasta el 2 de junio de 2021 durante un operativo policial en el bulevar que conduce a la Universidad Nacional Autónoma de Honduras en el Valle de Sula (UNAH-VS), cuando fue requerido y se hizo llamar Ricardo Ezeeson López Cerrato, según se constató en la licencia de conducir, cédula de identidad y en el pasaporte, documentos que presentó al momento de ser abordado por los agentes policiales.
Los policías, se percataron de algunas incongruencias y decidieron trasladar al requerido hasta las oficinas policiales donde se llevaron la sorpresa, porque al ahondar con las investigaciones establecieron que se trataba de Jesús Valmaña Cruz, uno de los principales cabecillas de la pandilla 18, quien debía estar recluído en “El Pozo” cumpliendo la pena de 63 años de cárcel.
El acusado enfrenta ahora un nuevo proceso por nueve delitos, la Fiscalía Contra Delitos Comunes demostrará en la audiencia de juicio de oral y público la participación de éste en los ilícitos penales para lograr una sentencia condenatoria.
