Luego de pasar 40 días en la selva de la Amazonia, en Colombia, los familiares de los cuatro niños indígenas que sobrevivieron a un accidente aéreo ahora están en disputa para determinar quién se quedará con su custodia.
El pasado 11 de junio, el abuelo materno de los niños, Narciso Mucutuy, acusó a Manuel Ranoque, padre de los niños, de haber golpeado a su hija, Magdalena Mucutuy, quien murió en el lugar de los hechos 4 días después del accidente.
A raíz de lo anterior, los hermanos, cuyas edades van desde 1 a los 13 años, permanecerán internados en hospital al que fueron trasladados para que la agencia de protección infantil colombiana pueda entrevistar a los familiares antes de que los niños sean dados de alta, y así determinar quién se hará cargo de ellos.
La directora del Instituto Colombiano de Bienestar Infantil, Astrid Cáceres, sostuvo en una entrevista para la estación de radio BLU que investigarán el caso, pues no descartan que los niños y su madre pudiesen haber sido víctimas de violencia doméstica por parte del padre.
Por su parte, Manuel Ranoque reconoció ante la prensa local haber tenido problemas en casa, pero consideró que es un asunto privado y no debería ser un “chisme para el mundo“.
Al preguntarle si alguna vez había agredido a su esposa, dijo que “verbalmente, de pronto sí. Físicamente, muy poco, porque nosotros hacíamos más peleas de palabras“.
Mientras tanto, el padre de los niños aseguró que las autoridades no le han permitido ver a los dos niños mayores en el hospital, a lo que Cáceres decidió no comentar.
La subdirectora del Instituto, Adriana Velázquez, sostuvo que “los niños están protegidos, cuidados y queridos para que su salud mejore. Después veremos qué medidas adopta el defensor de familia”.
Al tiempo que son vigilados por el personal médico y mientras las autoridades realizan las entrevistas, los cuatro hermanos se recuperan de la experiencia traumática que vivieron.
Lesly, de sólo 13 años y la mayor de los cuatro, ha sido elogiada como la heroína de este evento catastrófico, pues fue quien, gracias a los conocimientos ancestrales que le transmitió su abuela, pudo proteger a sus hermanos Soleiny, de 9 años; Noriel Ranoque, de 5; y Cristin Neruman, la bebé de un año; durante 40 días en la selva.
El accidente aéreo se produjo cuando los niños viajaban con su madre de la aldea Araracuara hacia el poblado de San José del Guaviare, cuando el piloto de la avioneta les avisó que había una falla en el motor. Poco después, la aeronave desapareció del radar y se estrelló en medio de la selva amazónica.
Durante más de un mes, los niños, quienes son miembros de la etnia indígena huitoto, sobrevivieron comiendo harina de yuca y semillas, así como algunas frutas conocidas que hallaron en la selva.
El avión fue encontrado por las autoridades dos semanas después del choque, donde se recogieron los cuerpos pero no encontraron indicios de los niños, quienes a petición de su madre, antes de morir, se marcharon del lugar del accidente para buscar ayuda, dejando pistas en los sitios donde dormían.
Pero cuando sentían que estaban cerca de los soldados que los buscaban, Lesly le tapaba la boca a su hermana menor de un año, para evitar que los escucharan y pasar desapercibidos, pues de acuerdo con su abuelo, Lesly estaba habituada a esconderse en el monte de su comunidad para huir de las palizas que su padre le daban a ella y a su madre.
Finalmente, los cuatro hermanos fueron hallado el pasado 9 de junio a unos 5 kilómetros de donde se estrelló la avioneta, los cuales fueron trasladados en un helicóptero de la Fuerza Aérea Colombiana hasta San José de Guaviare, para luego volar en un avión ambulancia hacia un hospital en Bogotá.
Y mientras continúan las investigaciones, los abuelos maternos de los niños, Narciso y Fátima, esperan lograr la custodia de sus nietos.
Con información de EFE