Nueve de cada diez países han empeorado sus valores en los últimos dos años, según el PNUD.
El Índice de Desarrollo Humano que elabora anualmente la ONU encadenó por primera vez dos años consecutivos de caída, un hito que, según los expertos, deriva de una espiral de crisis que empezó con la pandemia de Covid-19 y tiene ahora como principal exponente la invasión rusa sobre Ucrania y sus efectos colaterales a nivel global.
El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), encargado de elaborar este estudio desde hace 32 años, detecta un retroceso a niveles de 2016, lo que implica en última instancia nuevos lastres para conseguir los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que la comunidad internacional aspiraba a cumplir en 2030.
El retroceso es generalizado, hasta el punto de que más del 90 por ciento de los países han registrado un deterioro de sus niveles en 2020 o en 2021. Más del 40 por ciento registraron retrocesos en ambos ejercicios, según el PNUD, que detecta una recuperación “parcial y desigual” y ve carencias especialmente significativas en América Latina y el Caribe, el África Subsahariana y Asia Meridional.
Suiza, Noruega, Islandia, Hong Kong, Australia, Dinamarca, Suecia, Irlanda, Alemania y Países Bajos ocupan los diez primeros puestos en este Índice de Desarrollo Humano. México ocupa el lugar 86 de la lista. A la cola se sitúan, en cambio, Sudán del Sur, Chgad, Níger, República Centroafricana y Burundi.
“En algunas áreas del mundo, la raíz de la violencia en los vecindarios es el crimen organizado”, sentencia el informe, que señala la angustia que experimentan las personas por la amenaza de violencia que perciben.
“La evidencia de México muestra que la información sobre actos brutales, como ejecuciones, y sobre enfrentamientos violentos entre la policía local y grupos criminales ha causado una angustia mental sustancial a los miembros de la comunidad. En algunas ocasiones esta información puede difundirse deliberadamente para infundir miedo en la comunidad”, explica.
El administrador del PNUD, Achim Steiner, apeló a la solidaridad internacional para seguir avanzando en un mundo que “trata desesperadamente de responder a las sucesivas crisis” y ha advertido del riesgo de pensar sólo en el corto plazo.
En este sentido, reconoció que en momentos de inflación o de crisis energética puede ser “tentador” subvencionar los combustibles fósiles, pero Steiner considera que esto retrata los “cambios sistémicos” que el mundo necesita a largo plazo.
“Contamos con una estrecha ventana de oportunidad para reiniciar nuestros sistemas y construir un futuro con acciones decisivas ante el cambio climático y la creación de nuevas oportunidades para todas las personas”, ha añadido.