La prolongación de La Niña agravará la sequía en el Cuerno de África, que amenaza la subsistencia de unos 18 millones de personas, advirtió la OMM.
La agencia meteorológica de las Organización de Naciones Unidas (ONU) advirtió que hay un 70% de probabilidades de que La Niña continúe durante septiembre y noviembre de este año.
De ocurrir, sería la primera vez en este siglo que hay un»episodio triple» de La Niña.
El actual fenómeno climatológico comenzó en septiembre de 2020.
De extenderse hasta fin de año, alcanzaría tres inviernos boreales consecutivos, de ahí que se lo considere un «triple episodio».
La OMM también estimó que hay un 55% de posibilidades de que La Niña continúe hasta febrero de 2023.
La Niña y El Niño son las dos fases opuestas de un mismo patrón meteorológico, que se conoce como El Niño-Oscilación del Sur (ENOS).
El ENOS es un fenómeno natural de anomalía de la temperatura superficial del océano Pacífico ecuatorial, que tiene consecuencias importantes para el clima alrededor del planeta.
El Niño es la fase cálida, y suele aparecer primero.
Ocurre cuando las condiciones de presión del aire cambian, debilitando los vientos alisios en el hemisferio sur del Pacífico.
El climatólogo Alfredo «Alpio» Costa, experto en Cambio Climático del Instituto Antártico Argentino explicó a BBC Mundo que el ENOS es bastante irregular: desde que comienza un Niño hasta que termina una Niña, y vuelve a comenzar el ciclo, suelen pasar entre dos y siete años.
¿Cambio climático?
La ONU aclara que el ENOS no es causado por el cambio climático.
«Es un fenómeno natural recurrente que ha estado ocurriendo durante miles de años», señala el organismo.
Sin embargo, resalta que «algunos científicos creen que (El Niño y La Niña) pueden volverse más intensos y/o más frecuentes como resultado del cambio climático, aunque no está 100 por ciento claro exactamente cómo interactúan».
«Es probable que el cambio climático afecte los impactos relacionados con El Niño y La Niña, en términos de eventos climáticos extremos. La investigación adicional ayudará a separar la variabilidad climática natural de cualquier tendencia debida a las actividades humanas», concluye.