Cartagena (Colombia) – Aunque en los últimos años ha habido avances, aún «quedan desafíos» para ofrecer programas de financiamiento para las mujeres y sus empresas, para lo que se necesitan inversiones que vayan más allá del capital financiero.
Así lo alertaron el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y ONU Mujeres a través del informe «Programas de financiamiento para la inclusión financiera de las mujeres y el acceso al financiamiento para las mipymes: Resultados de una encuesta de bancos públicos de desarrollo», que presentaron este miércoles en Cartagena de Indias.
El documento, revelado durante la Cumbre Finanzas en Común (FiCS), la mayor reunión mundial de la banca de desarrollo, señala que «si bien los bancos públicos de desarrollo (BPD) ofrecen hoy una variedad de programas para mejorar el acceso al crédito para las mujeres, se necesitan inversiones que vayan más allá del capital financiero».
Esto con el objetivo de «abordar las necesidades únicas de las mujeres y sus negocios e impulsar un sector financiero más inclusivo».
«Los BPD desempeñan un papel clave en la mejora del acceso al crédito para las mipymes y actúan como catalizadores del cambio para lograr un sector financiero más inclusivo», señaló la especialista líder de la División de Conectividad, Mercados y Finanzas del BID, Gabriela Andrade.
La experta resaltó que el informe «halló que el sector está invirtiendo en programas para mejorar el acceso al crédito para las mujeres, pero aún existe una oportunidad significativa para ampliar este tipo de soluciones tanto en términos de su alcance como de los tipos de programas ofrecidos».
LARGO CAMINO
Para desarrollar el informe se realizó una encuesta, completada por 54 bancos públicos de desarrollo, y de ella se desprende que el 91 % de los preguntados también incluyen productos diseñados para mujeres como parte de sus programas para micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) de mujeres, para lo cual ofrecen, generalmente, capital de trabajo y préstamos de inversión con tasas de interés más bajas y apoyo no financiero.
Sin embargo, el informe indica que la falta de datos desglosados por sexo y la comprensión limitada de las necesidades financieras de las mipymes de mujeres como los principales desafíos que hay en el sector.
Tampoco, dice el documento, hay garantías, así como hay un problema con el historial crediticio limitado, lo que supone una barrera para ampliar los programas de financiamiento para mujeres.
En ese sentido, la jefa de Empoderamiento Económico de ONU Mujeres, Jemimah Njuki, afirmó que «para realmente marcar la diferencia”, las inversiones deben ir “más allá del capital financiero”.
“El desarrollo de capacidades, la tutoría y el acceso a redes son componentes esenciales que pueden impulsar a las empresas propiedad de mujeres hacia un crecimiento sostenible», apostilló.
Njuki añadió que esto supone el diseño de «productos y programas financieros que aborden las necesidades únicas de las mujeres y reconozcan sus diversos roles».
«Además, el impacto debe medirse no sólo en términos de resultados económicos, sino también en términos de beneficios sociales y ambientales. Alentamos a los bancos públicos de desarrollo a adoptar una perspectiva a largo plazo, alineando sus estrategias con los objetivos más amplios de igualdad de género y desarrollo sostenible», sostuvo.
Las empresas de propiedad o dirigidas por mujeres comprenden el 23 % de las mipymes en el mundo y se enfrentan a una brecha de financiamiento de 1,5 billones de dólares, según el Foro de Finanzas de Pymes.
Igualmente, el Global Findex 2021 señaló que el 27,7 % de las mujeres mayores de 15 años solicitaron dinero prestado a una institución financiera, en comparación con el 30,6 % de los hombres.
Por esa razón, más de dos tercios de los BPD encuestados valoran el impacto social positivo y el creciente potencial del mercado como oportunidades para expandir los programas para mipymes propiedad de mujeres.
Con información de EFE