TEGUCIGALPA, HONDURAS.
El arzobispo de Tegucigalpa, Monseñor José Vicente Nácher envió un mensaje de paz y unidad a los hondureños y les llamó a hacer un alto en la confrontación que divide a la sociedad y que únicamente genera violencia y pobreza.
“En estos días patrios de forma especial mostramos nuestro amor y cariño a toda la población”, dijo Nácher.
Indicó que solo el Espíritu Santo consolador podrá dar a cada hondureño el perdón y la unidad que se merece.
Agregó que no se debe de desaprovechar cada acción que tengan los hondureños para dar consuelo, es por eso que la unidad de la sociedad es importante, la confrontación solo trae atrasos al país.
Nácher recordó desde la Catedral Metropolitana que el perdonado, perdona, “esa es la dinámica cristiana que nos hace agradables a Dios, quien no duda en pedirnos a nosotros, compartir el perdón que hemos recibido”.
Aunque muchas personas no han recibido más que la intransigencia y la amenaza en sus vidas, y para ellos se les hace difícil, monseñor Nácher destacó que no es imposible conocer otra manera de ser.
“La Iglesia tiene que ser el rostro de la misericordia de Dios para que el mundo conozca que es posible el amor y en el amor, el perdón”, manifestó al exhortar a ser conscientes de nuestros pecados pues, “sin conciencia de pecado, nos creemos buenos y creemos que no necesitamos pedir perdón, y si nos creemos buenos, lo que hacemos es exigir a los demás que también lo sean como nosotros creemos serlo”, dijo.
El arzobispo reflexionó que estas personas no son capaces de comprender el dolor de los demás, la fragilidad del débil. “El rencor daña; el perdón sana”, subrayó.
En las últimas semanas la confrontación se ha registrado entre los diputados que no logran ponerse de acuerdo en la elección del Fiscal General y su Adjunto.