TEGUCIGALPA, HONDURAS.
Centroamérica acude al Foro de la inversión de la «Iniciativa Mano de la Mano» que comienza este martes en Roma con la intención de «animar al sistema financiero a invertir y crear un ciclo económico» en el Corredor Seco, una árida extensión que cruza la subregión y en la que viven más de 11 millones de personas, la mayoría en la pobreza.
«El Corredor Seco tiene muchas posibilidades, pero hay que dar un paso hacia atrás en relación a cómo capturar agua, la humedad, cómo mejorar la productividad de los suelos», para lo que se requiere «innovación y tecnología», agregó en declaraciones a EFE el coordinador subregional para Mesoamérica y representante de la FAO en Panamá y Costa Rica, el brasileño Adoniram Sanches Peraci.
Israel, comentó Sanches, «hace agricultura con 600 milímetros de agua al año. El Corredor Seco Centroamericano no baja de 1.200 – 1.500 milímetros al año. Es un tema de innovación tecnológica, de entender un poco más el ciclo del agua», señaló.
El Foro de la inversión de la «Iniciativa Mano de la Mano» se desarrollará hasta el próximo viernes en la capital italiana con la participación de 31 países, precisó La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura o FAO.
Los posibles inversionistas conocerán las oportunidades de inversión, y los países presentarán planes de inversión centrados en la reducción de la pobreza y el hambre, indicó el organismo de la ONU.
En el evento se destacarán las iniciativas regionales del Corredor Seco y el Sahel, haciendo hincapié en la importancia de la financiación a largo plazo, las estructuras de financiación combinada y los mecanismos de mitigación de riesgos en apoyo de los sistemas agroalimentarios sostenibles, destacó la FAO.
«De Centroamérica van a estar los 8 países del Sistema de la Integración Centroamericana (Sica)», que son Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, Belice y República Dominicana, dijo Sanches.
El Corredor Seco Centroamericano es una franja que atraviesa Costa Rica, Nicaragua, Honduras, El Salvador, Guatemala y llega al sur de México (Chiapas). Incluye al Arco Seco de Panamá, en el suroeste del país, aunque tenga una continuidad territorial con este, de acuerdo con la FAO.
En este territorio habitan, según datos del Sica y de FAO, unas 11,5 millones de personas, de las cuales la mitad depende de la agricultura de subsistencia.
El 80 % de los pequeños productores viven en pobreza y muchas personas se ven obligadas a migrar del Corredor Seco, donde se registran largos periodos de sequía seguidos de lluvias intensas.
«Hay todo un abanico de posibilidades, porque técnicamente, científicamente, el Corredor Seco tiene salida», porque en Centroamérica, «comparado con otras regiones del mundo, hay agua, hay institucionalidad, hay investigación, hay semillas de ciclo corto y hay una política pública» para el sector agrícola.
«El 52 % de los flujos migratorios que salen de la región centroamericana, sobre todo de Nicaragua, El Salvador y Honduras, que cruzan Guatemala con México, salen de la región del Corredor Seco (…) Hay mucha esperanza en que, en algún momento, el Corredor Seco será un corredor de vida, verde y productivo», agregó.
Con información de EFE