(RT)- Los generadores de electricidad de los hospitales en la Franja de Gaza se quedarán sin combustible dentro de 48 horas, informa el Ministerio de Defensa del enclave, mientras continúan los bombardeos de Israel.
En una declaración recogida por Al Jazeera, el portavoz ministerial Ashraf al-Qudra afirmó la mañana de este martes que la asistencia humanitaria proporcionada a Gaza llega lentamente y «no puede cambiar la realidad» sobre el terreno.
«El sistema sanitario ha llegado a la peor etapa de su historia», constató el vocero.
Luego, el Ministerio de Salud comunicó que 12 hospitales y 32 centros médicos se encuentran fuera de servicio, y que hay temores de que otros queden paralizados debido a los ataques y a la falta de combustible.
El pasado sábado empezaron a entrar en Gaza camiones con ayuda humanitaria desde Egipto a través del paso fronterizo de Rafah, si bien Israel sigue bloqueando el suministro de combustible y de electricidad, fundamentales para el funcionamiento de hospitales y otros servicios esenciales en el enclave palestino.
Según alerta la OMS, en estos momentos, al menos 50.000 mujeres embarazadas en Gaza -de las que cerca de 5.500 darán a luz a lo largo del próximo mes- no pueden acceder a servicios sanitarios esenciales. Desde el inicio del conflicto, los hospitales gazatíes afrontan una grave escasez de medicamentos, combustible y agua, no solo para atender a miles de heridos por los bombardeos israelíes, sino a todo tipo de pacientes.
El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) advirtió el domingo que peligra la vida de al menos 120 bebés prematuros que se encuentran en incubadoras de hospitales en Gaza debido a la falta de combustible en el enclave palestino, sometido a un «asedio completo» por parte de Israel tras la ofensiva de Hamás contra territorio israelí del pasado 7 de octubre.
Mientras tanto, el Gobierno de Israel no planea autorizar el suministro de combustible a la Franja de Gaza, incluso en el caso de que Hamás libere a todos los rehenes secuestrados durante su incursión, ya que sus milicianos podrían «robar» combustible y usarlo con fines militares, según declaró el lunes a la CNN Mark Regev, asesor principal del primer ministro Benjamín Netanyahu.