(CNN en español)- El gobierno del presidente Joe Biden anunció este miércoles que, a partir de principios del próximo año, la embajada de Estados Unidos en La Habana, Cuba, reanudará el procesamiento completo de visas de inmigrantes por primera vez desde 2017, a medida que los funcionarios fronterizos se enfrentan a un número cada vez mayor de cubanos en la frontera sur de Estados Unidos.
La medida forma parte de un esfuerzo concertado para expandir los caminos legales a Estados Unidos, el cual se desarrolló en la Declaración de Los Ángeles sobre Migración y Protección durante la Cumbre de las Américas en junio pasado.
El Servicio de Ciudadanía e Inmigración de EE.UU. (USCIS, por sus siglas en inglés) también aumentará la cantidad de personal en La Habana para procesar los casos y realizar entrevistas como parte del Programa Cubano de Libertad Condicional para la Reunificación Familiar. La medida, que se reanudó en agosto, permite que ciertos ciudadanos estadounidenses elegibles y residentes permanentes legales soliciten la libertad condicional para su familia en Cuba, con el objetivo de que puedan reunirse en EE.UU.
«Estos esfuerzos son un paso clave para cumplir con el compromiso de EE.UU. en los Acuerdos de Migración entre Estados Unidos y Cuba que buscan garantizar que la migración legal total a Estados Unidos desde Cuba sea de un mínimo de 20.000 cubanos cada año, sin incluir a los familiares inmediatos de ciudadanos estadounidenses. El Departamento de Estado continúa evaluando expandir aún más los servicios de visa en La Habana, según lo permitan las condiciones”, dijo la administración en un comunicado este miércoles.
La inmigración hacia la frontera
Los cubanos han viajado a la frontera entre Estados Unidos y México, así como al sur de Florida en cantidades cada vez mayores durante el último año. En agosto, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU. (CBP, por sus siglas en inglés) detuvo poco más de 19.000 inmigrantes cubanos a lo largo de la frontera, frente a los 4.496 de agosto del año pasado, según los últimos datos disponibles.
Las tensas relaciones con países como Cuba y Venezuela, impiden que EE.UU. retire personas de su terriotrio, lo que representa un desafío mayor para la administración.
«Los regímenes comunistas fallidos en Venezuela, Nicaragua y Cuba están impulsando una nueva ola de migración en todo el hemisferio occidental. Incluido el reciente aumento de encuentros en la frontera suroeste de los Estados Unidos», dijo el comisionado de CBP, Chris Magnus, en un comunicado a principios de esta semana.