Los caucus de Iowa del pasado lunes redujeron las primarias republicanas a la Casa Blanca a solo tres candidatos: Donald Trump por un lado y por el otro Nikki Haley y Ron DeSantis, que buscan eliminarse uno al otro para quedarse solos con el expresidente.
En Iowa, Trump arrasó con un 51 %, seguido por DeSantis con el 21,2% y Haley con un 19,1%. Vivek Ramaswamy, que suspendió su campaña y apoyó a Trump después de los caucus, obtuvo un 7,7%.
(2011-2017) y exembajadora ante Naciones Unidas (2017-2018) tiene alguna posibilidad real de destacar en las primarias republicanas, Nuevo Hampshire, con el viento frío del Atlántico Norte a su favor, le brinda la oportunidad perfecta para demostrarlo.
Haley recibió hace semanas el apoyo del Chris Sununu, el popular gobernador de Nuevo Hampshire y declarado antitrumpista, con el que ha recorrido el estado a medida que las encuestas iban, cada vez más, acercándola a Trump.
Después de quedar tercera en Iowa, Haley defendió que la contienda republicana ya era «cosa de dos», refiriéndose a ella y Trump y sacando de la ecuación a DeSantis.
Además, también se ha negado a seguir participando en debates con DeSantis y sin Trump. Haley ha dicho que la próxima vez que debata lo hará o bien con Trump, o directamente con el candidato demócrata, es decir el presidente, Joe Biden.
Después de Nuevo Hampshire, las primarias se trasladan a Carolina del Sur, el estado del que fue gobernadora, por lo que la oportunidad para Haley de hacerle algo de sombra a Trump y dejar a DeSantis fuera de juego es ahora.
Ron DeSantis, en busca de relevancia
Después de quedar segundo en Iowa, pero a casi 30 puntos de Trump, la campaña de DeSantis tomó la sorprendente decisión de dar por perdido Nuevo Hampshire -donde las encuestas le dan un resultado irrelevante- y centrarse en Carolina del Sur, con un electorado conservador mucho más alineado con lo que él representa.
«Cuando Nikki Haley no gane en su estado natal, estará acabada y esta será una carrera de dos personas. No vamos a perder el tiempo, llevamos la pelea con Haley a su propio campo», dijo en declaraciones recogidas por The New York Times el portavoz de la campaña de DeSantis, Andrew Romeo.
DeSantis enfrenta el problema de que compite con Trump por un electorado de perfil parecido, mientras que Haley busca a republicanos moderados y de mayor estatus socioeconómico.
La disputa entre DeSantis y Haley centrará el proceso de primarias en las próximas semanas, en las que ambos tratarán de quedarse solos con un dominante Trump a la espera de que pueda pasar algo con su candidatura, como explicó en una entrevista con el experto en Ciencias Políticas de la Universidad de Míchigan Aaron Kall.
«Ambos están tratando de ser la última alternativa creíble que queda a Trump en caso de que suceda algo inesperado desde una perspectiva de salud o legal. Esto es poco probable en el corto plazo, pero a ambos les gustaría estar en una posición privilegiada si esto ocurre», apuntó.
Con información de EFE