La Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), antes Sedis, no tiene rastro de 314 millones de lempiras destinados para proyectos de viviendas, pisos, techos y letrinas.
Después, las ONG transferían el dinero a las constructoras para que ejecutaran las obras, pero se quedaban con un 5% o 10% del monto. Finalmente, cientos de proyectos quedaron sin culminar.