En horas de la tarde de ayer miércoles, el juez estadounidense Kevin Castel, canceló la audiencia pública que estaba programada para la mañana de este jueves 15 de febrero con la defensa expresidente Juan Orlando Hernández (JOH), para tratar la evidencia «clasificada» durante el proceso judicial.
La audiencia CIPA (Ley de Procedimientos de información clasificada), había sido pactada desde el pasado 11 de febrero para hoy a las 10:00 de la mañana.
No obstante, el juez determinó cancelar la misma y reprogramarla para el viernes 16 de febrero de 2024 a las 3:00 de la tarde, según Inner City Press.
Durante la audiencia CIPA, el equipo legal de JOH conocerá las pruebas clasificadas que el juez admitirá para el juicio.
Según los informes, las pruebas clasificadas tratan en su mayoría de las reuniones que sostuvo Hernández con funcionarios norteamericanos durante su mandato. Por lo tanto, la defensa del acusado considera que las mismas tiene relevancia importante para el debate.
Por su parte, la fiscalía está en desacuerdo que las pruebas se revelen, puesto las mismas incluyen acciones de operaciones e investigaciones que la DEA mantiene vigente en Estados Unidos (EEUU).
Además, el ente acusador considera esos documentos como irrelevantes para el juicio. De igual manera, aseguran que no tienen ninguna relación con la conspiración para traficar drogas a EEUU.
El juicio contra el exmandatario está programado para iniciar el próximo 20 de febrero. Hernández enfrenta cargos por conspirar para traficar cocaína a EEUU.
¿Qué es una audiencia CIPA?
En el contexto judicial de Estados Unidos, CIPA se refiere a la Classified Information Procedures Act (Ley de Procedimientos de Información Clasificada,). 7
Una audiencia clasificada CIPA es una sesión en la que se discuten asuntos relacionados con información clasificada que puede ser relevante para el caso en cuestión.
La CIPA establece procedimientos específicos para manejar y proteger la información clasificada durante el curso de un juicio. Esto puede incluir información relacionada con la seguridad nacional, inteligencia, actividades de agencias gubernamentales o cualquier otra información que esté sujeta a clasificación por razones de seguridad.
En la audiencia se revisarán evidencias clasificadas, las cuales serán evaluadas para su posible inclusión en el juicio contra el expresidente programado para comenzar el martes 20 de febrero.
La defensa del exmandatario destaca la importancia de estas pruebas, argumentando que incluyen interacciones clave de Hernández con oficiales estadounidenses durante su presidencia, lo que podría ser crucial para el caso.
Por otro lado, la Fiscalía se muestra reticente a divulgar estas pruebas, argumentando que contienen detalles sensibles sobre operaciones y pesquisas actuales de la DEA, y sostienen que estas no están directamente relacionadas con las acusaciones de conspiración para el tráfico de drogas que pesan sobre Hernández.
