La sugerencia del papa Francisco de que Ucrania elija «el coraje de la bandera blanca» suscita duras críticas de los ucranianos, que señalan que se están defendiendo de un genocidio y que Rusia no les ofrece más opciones que una rendición completa.
«Cuando ves que estás derrotado, que las cosas no van bien, tienes que tener el coraje de negociar», dijo también Francisco en una entrevista a la RSI suiza, publicada el sábado.
Una oleada de reacciones de figuras públicas y ciudadanos ucranianos se centra en la «inmoralidad» de pedir a una víctima de la agresión que «se rinda», en lugar de instar al agresor, en este caso Rusia, a que pare.
También llaman la atención sobre el hecho de que el Papa ignore las consecuencias de una rendición, con las tropas rusas presionando a lo largo de la línea del frente.
«Rendición significa ocupación rusa, que no es más que otra forma de la guerra», escribió Oleksandra Matviichuk, directora del Centro para las Libertades Civiles, ganador del Premio Nobel de la Paz en 2022, que ha estado documentando los crímenes de guerra rusos en Ucrania.
«Ocupación rusa significa tortura, violencia sexual, desaparición forzada, negación de tu identidad, adopción forzosa de tus propios hijos, campos de filtración y fosas comunes», subraya en X.
Zelenski: «la locura rusa debe perder la guerra»
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, declaró este domingo que «la locura rusa debe perder la guerra» y aseguró que su país está haciendo todo lo posible para que así sea.
«Cuantas más declaraciones demenciales vengan de Moscú, mayor debe ser nuestra fuerza. Sólo nuestra fuerza a la hora de proteger vidas y nuestra capacidad para lograr nuestros objetivos pueden devolver a Rusia a un estado de sobriedad al menos parcial. La locura rusa debe perder esta guerra. Haremos todo lo posible para ello», escribió en un mensaje en Facebook.
Zelenski acompañó su mensaje con fotos de soldados que representan varias brigadas de las Fuerzas de Defensa de Ucrania.
Luchando por sus vidas y su identidad
«No podemos permitir que los rusos repitan lo que hicieron en Bucha, Irpin o Izium», dijo el soldado Volodímir Omelchenko al referirse a los asesinatos masivos y torturas contra la población civil en las zonas que Rusia capturó temporalmente en las regiones de Kiev y Járkiv, que dejaron al menos cientos de muertos sólo en 2022.
«Esto fue sólo un ejercicio. Querían llenar toda Kiev con nuestra sangre», subrayó Sviatoslav Shevchuk, jefe de la Iglesia greco-católica ucraniana, durante una visita a Nueva York.
«Ucrania está herida, pero no conquistada. Ucrania está exhausta, pero se mantiene en pie y persevera. En Ucrania, ¡nadie piensa siquiera en rendirse! Y a todos los que miran con escepticismo nuestra capacidad de resistencia, les decimos: ¡Vengan a Ucrania y vean!», escribió en un mensaje en sus redes sociales el domingo, sin referirse directamente a las palabras del pontífice.
El papa no ha visitado Ucrania hasta ahora.
Varios días antes de que se hiciera público el comentario de Francisco, el expresidente ruso y vicepresidente de su Consejo de Seguridad, Dmitri Medvédev, djo que había que «descartar» la noción de que «Ucrania no es Rusia».
Habló delante de un mapa con la mayor parte de Ucrania dividida entre Rusia y los países vecinos.
El Kremlin también ha declarado que los objetivos de su «operación militar especial» en Ucrania se mantienen inalterados.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha afirmado en repetidas ocasiones que las acciones de Rusia demuestran la ausencia de voluntad de negociar. Ucrania ha estado promoviendo su propia fórmula de paz, centrada en torno a la renovación de su soberanía territorial.
Abiertos a la diplomacia pero «no» a una rendición
Una abrumadora mayoría de ucranianos, el 72 %, cree que el país debería seguir la vía diplomática, junto con la militar, con el fin de detener la guerra, según un sondeo de opinión realizado en febrero por el Instituto Internacional de Sociología de Kiev.
Al mismo tiempo, esto no implica la disposición a cualquier concesión territorial o de otro tipo que hiciera que Rusia saliera vencedora.
Aunque el optimismo ha disminuido algo tras el segundo año de la invasión, en el que Ucrania apenas avanzó en el campo de batalla, el 80 % de los ucranianos cree en la victoria de su país.
Los ucranianos están ligeramente más abiertos a concesiones territoriales limitadas en caso de que la ayuda militar de Occidente no sea suficiente, dijo el director ejecutivo del instituto, Anton Grushetski.
No obstante, el 65 % cree que Ucrania será capaz de recuperar el control sobre todos los territorios conquistados por Rusia, incluidos Crimea y partes del Donbás.
«A pesar de algunas tendencias negativas, los ucranianos siguen manteniendo un optimismo sorprendentemente fuerte: creen en la victoria, están dispuestos a aguantar el tiempo que sea necesario e insisten en la restitución de territorios (ocupados)», subrayó.
Con información de EFE