TEGUCIGALPA, HONDURAS.
El fenómeno de bruma en la capital no responde a incidencia de incendios forestales, sino a la ausencia de vientos, precipitaciones y altas temperaturas, además de las emisiones de combustión de vehículos, quemas agrícolas y emisiones de gases provenientes de industrias, aclaró el Instituto de Conservación Forestal (ICF).
Explicó que, durante este fenómeno, cuando el aire caliente y húmedo se enfría, provoca que el vapor de agua contenido en el aire se condense en pequeñas gotas de agua, generando bruma, a la cual pueden adherirse partículas de polvo, polen y gases, producto de las emisiones de la combustión fósil.
Este fenómeno climático que ocurre en gran parte del territorio nacional, también afecta a otros países centroamericanos como El Salvador y Guatemala, señaló.
Con respecto a los incendios forestales, expuso, las estadísticas oficiales del ICF de incendios forestales, registran una disminución en la afectación de áreas por incendios forestales en un 14 por ciento y una disminución en la incidencia del 16 por ciento en comparación al año 2023.
De acuerdo con la tendencia de los últimos años, la mayor ocurrencia y afectación de incendios forestales que se registra cada año durante los meses de marzo y abril, es decir, que la mayor emisión de humo y época crítica proveniente de los incendios forestales ya ha pasado, recalcó.
En datos concretos, durante el mes de abril, se contabiliza una reducción de más del 70 por ciento, en la afectación de hectáreas, a causa de los incendios forestales, el año pasado se contabilizaban 150 mil hectáreas y este año la reducción llegó a una afectación de 70 mil hectáreas, durante este mes, asegura el ICF.