ESTADOS UNIDOS.
A través de un documento, la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York, Estados Unidos, señaló que el exmandatario Juan Orlando Hernández, traicionó a los hondureños con su gobierno corrupto, porque “los vendió a narcotraficantes para su propio avance y ganancia; hizo que su país fuera más inseguro”.
El escrito que fue entregado al juez Kevin Castel, y en el que pide cadena perpetua para el exmandatario, la Fiscalía detalla también que el expresidente hondureño utilizó su poder para multiplicar la actividad del narcotráfico y que por ello no merece clemencia alguna de la justicia de Estados Unidos, cuya actividad intentó obstruir y mintió bajo juramento en su declaración en el juicio.
Considera que todo el tráfico de drogas ejecutado por los cárteles de los Valle Valle, los Cachiros, Juan Antonio “Tony” Hernández, Héctor Emilio Hernández Rosa, Guillermo Fuentes Ramírez y otros narcotraficantes se efectuó bajo la protección de Hernández, ya que él era la máxima figura política del país.
De acuerdo con las pruebas presentadas por la Corte del Distrito Sur de Nueva York, Hernández, habría contribuido a enviar un poco más de 400 toneladas de cocaína, lo que lo convirtió en uno de los “mayores traficantes de cocaína en el mundo”.
También, los fiscales consideran que en el juicio demostraron que Hernández recibió millonarios sobornos de varios narcotraficantes, a los cuales eligió como socios, incluyendo a Joaquín “El Chapo” Guzmán, jefe del cártel de Sinaloa.
El pliego puntualiza que “Honduras se convirtió en uno de los países más grandes del mundo para el trasiego de droga hacia los Estados Unidos y uno de los lugares más violentos del mundo”, durante su gestión.
Por tanto, esa situación desencadenó más pobreza, corrupción y miedo, lo que “impulsó un éxodo masivo de personas que huyeron de Honduras, muchas de ellas con destino a Estados Unidos; desestabilizó a Honduras y dañó innumerables vidas estadounidenses y hondureñas”. El tráfico de drogas apadrinado por Hernández.
El documento de la Fiscalía neoyorkina destacó al juez Castel que Hernández, como presidente de Honduras, “abusó de una posición de confianza pública» y lo acusó de ser un «líder, gerente o supervisor en cualquier actividad delictiva”.
Además, enfatizan que lo más indignante de la conducta de Hernández fue que, mientras decía que “enfrentaba a los narcos, estaba brindando refugio seguro” a los mismos.