LA CEIBA, HONDURAS.
La Fiscalía Especial Contra el Crimen Organizado (FESCCO) y la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC) por segundo día consecutivo continúan con las acciones en contra de Luis Alberto Madsen Puerto alias “El Hondureño o El Gordo” y su núcleo familiar, al iniciar el proceso de aseguramiento sobre más de 27 bienes considerados de origen ilícito, consistentes en ocho inmuebles, 19 vehículos y cuentas bancarias.
Las labores son dirigidas por la Sección Contra el Delito de Lavado de Activos y Privación de Dominio de Bienes de Origen Ilícito de la FESCCO, quien ha coordinado con la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), la aplicación de medidas cautelares de aseguramiento sobre productos financieros vinculados a la estructura criminal investigada.
En los allanamientos de ayer por parte de la FESCCO, ATIC y Fuerza Naval, se logró la incautación de 10 mil dólares, documentación varia, entre otros elementos en las residenciales Villa Mary, Santa Lucía, Florencia y aldea Granadita.
El hondureño Madsen Puerto fue socio del colombiano Juan Carlos Cuesta Córdoba, conocido como “Gordo Rufla”, quien era cabecilla del Clan del Golfo y fue extraditado a los Estados Unidos por tráfico de drogas.
Fue capturado junto a otras personas por autoridades colombianas el 1 de noviembre de 2023 en una hacienda de Antioquia, donde se les incautó dinero en efectivo, armas de fuego, indumentaria policial, radios de comunicación, máquina de contar billetes, entre otros objetos.
De acuerdo a las indagaciones de agentes contra el crimen organizado de la ATIC, esta organización criminal se dedica al tráfico de cocaína por la vía marítima, en la modalidad de lanchas tipo go fast y la contaminación de botes pesqueros, todo bajo el mando del hondureño quien tenía una trayectoria delictiva de 10 años, radicándose en Medellín y Antioquia, desde donde dirigía las operaciones, incluso tiene la residencia colombiana.
Conforme al cruce de información entre autoridades colombianas y la ATIC, la organización liderada por alias “El Hondureño”, tenía capacidad de coordinar el envío mensual de aproximadamente seis toneladas de cocaína, mercancía que era recibida en los departamentos de Atlántida, Colón y Gracias a Dios.
En marzo de 2013 autoridades colombianas lograron la interdicción de una embarcación go fast, en donde incautaron más de dos toneladas de clorhidrato de cocaína (2,143 kilos), la que según investigaciones estaba directamente vinculada a la organización del hondureño.