TEGUCIGALPA, HONDURAS.
El diputado del Partido Libertad y Refundación (Libre), Jari Dixon, reconoció que el debate sobre la eliminación de la inmunidad parlamentaria sigue pendiente en el Congreso Nacional.
Dixon había presentado un proyecto de ley sobre este tema hace algunos meses, el cual ya cuenta con un dictamen de la comisión anticorrupción y está listo para ser discutido en el pleno.
Recientemente, la diputada Xiomara Zelaya introdujo una propuesta similar, lo que suscitó un debate sobre la viabilidad y la necesidad de esta nueva iniciativa.
“Creo que el problema radica en que ya hay un dictamen para eliminar la inmunidad parlamentaria en un proyecto que presenté hace algunos meses y que la comisión anticorrupción del Congreso Nacional ya ha dictaminado y presentado a la secretaría del Congreso para que sea sometido a debate”, señaló Dixon.
Dixon aclaró que la propuesta de Zelaya incluye una reforma a la Ley Orgánica del Congreso, lo cual exige una mayoría calificada de 86 votos, a diferencia de los 65 votos necesarios para aprobar la eliminación de la inmunidad parlamentaria.
“No se puede combinar una ley que necesita 65 votos con una ley que necesita 86 votos, son dos procedimientos totalmente diferentes”, expuso.
El diputado también subrayó la falta de voluntad política dentro del Congreso para avanzar con estos proyectos de ley.
“Hay muchos diputados que ponen muchas excusas, pero los proyectos de leyes están ahí. Solo es cuestión de que presionen un botón y digan ‘sí apoyo’”.
Dixon mencionó que la Ley de Colaboración Eficaz es un ejemplo de proyecto de ley listo para ser votado, pero que aún no se ha sometido a discusión.
“Solo se necesitan 65 votos”, reiteró, dejando claro que la parálisis no es por falta de preparación, sino por la falta de acción de los legisladores.
El diputado enfatizó que la discusión sobre la inmunidad parlamentaria es necesaria y que los proyectos están listos para ser tratados, solo falta que los diputados se decidan a apoyarlos. Su declaración refleja la frustración con la inercia legislativa que impide avanzar en temas importantes.
Dixon pone de relieve la necesidad de que el Congreso tome decisiones sobre cuestiones clave, subrayando que el poder de cambiar las cosas está en manos de los propios diputados.