TEGUCIGALPA, HONDURAS.
La primera Cumbre Internacional del Café de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) se inauguró este miércoles en Honduras con un llamado a garantizar un precio justo, aumentar la producción, mejorar la inversión en investigación para mitigar los efectos de la crisis climática y construir una agenda común.
“El café sobresale en nuestras tierras, en estas agrestes montañas (…), bajo un modelo de producción familiar, un modelo que debería tener mayor pago por cada saco que se venda porque se combina la biodiversidad”, dijo la ministra hondureña de Agricultura y Ganadería, Laura Suazo, durante la inauguración de la cumbre.
Suazo reclamó en la jornada, inaugurada por el secretario privado de la Presidencia de Honduras, Héctor Zelaya, «mayor atención” a los desafíos que enfrentan a diario los productores de café de Latinoamérica y el Caribe, región que representa el 61 % de la producción mundial del grano aromático.
Además, abogó por una mayor inversión en investigación para abordar de forma «rápida y precisa» el impacto de la crisis climática y las enfermedades que afectan a los cafetales.
La funcionaria hondureña destacó la necesidad de impulsar una «mayor producción de café» en la región, así como de obtener más financiamiento y contar con una política pública que ha estado «ausente y que es anhelada» por el sector cafetalero.
«Necesitamos fortalecer habilidades, aprender a negociar en bloques y a comprar los insumos, fortalecer los mecanismos que ayuden a los productores de café de la Celac a recuperar los costos de inversión y cambiar la vida de los productores», enfatizó.
El café, símbolo de prosperidad de los pueblos
El secretario privado de la Presidencia de Honduras señaló por su parte que el café es el «sustento» de 25 millones de familias en América Latina, una región que debe trabajar por un «cambio profundo» para que los productores tengan acceso a financiación y mejoren su calidad de vida.
Zelaya destacó el papel fundamental de la mujer que «trabaja incansablemente en los campos, a pesar de enfrentar barreras para acceder a la tierra, al crédito y los mercados», convirtiéndose en «el pilar de nuestras economías agrícolas».
«Este es el momento de construir una agenda en común, que ponga en el centro la soberanía alimentaria y ambiental de América Latina y el Caribe», subrayó Zelaya, quien dijo que la cumbre de la Celac es propicia para discutir la adopción de planes nacionales de sostenibilidad cafetera que promuevan una «agricultura familiar justa».
Convicción
Expresó su convicción de que en la cumbre se alcanzará un acuerdo donde el café sea «el símbolo de prosperidad de los pueblos, las tierras sean cultivos de progreso y las comunidades cafeteras encuentren la oportunidad de construir un mejor futuro para sus familias».
Zelaya indicó en este sentido que Honduras ha articulado políticas que «colocan a la agricultura familiar en el centro de las estrategias de desarrollo rural y seguridad alimentaria», con el apoyo del Sistema Económico Latinoamericano y del Caribe (SELA), la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
En el inicio de la cumbre, que se extenderá hasta este jueves, el canciller hondureño, Eduardo Enrique Reina, señaló que el café es una «fuente enorme de empleo y riqueza» en Honduras, donde el 90% de los productores del grano son pequeños.
Además, Reina apuntó que el café es el «producto más importante» de Honduras, el mayor productor del grano en Centroamérica, y que prevé exportar en la cosecha de café 2023-2024 unos 6,5 millones de quintales (de 46 kilos), según estimaciones oficiales.
En la cumbre de la Celac participan el director de la FAO, Qu Dongyu, y la directora ejecutiva de la Organización Internacional del Café (OIC), Vanusia Nogueira.
Con información de EFE