Los hondureños recordaron este sábado a sus familiares fallecidos llevando flores a los cementerios, entre naturales y artificiales, e incluso hicieron presencia con música de mariachis y tríos, evocando lo alegre que fueron sus deudos.
La afluencia de familiares y amigos de difuntos en los cementerios comenzó el viernes, cuando se conmemoró el ‘Día de todos los santos», por los niños muertos.
La ocasión del ‘Día de muertos’ representa un buen ingreso económico para vendedores de flores, del campo y la ciudad, que las ofrecen en las afueras de los cementerios, puestos de venta en calles y bulevares, mercados populares, floristerías y supermercados.
También se benefician hombres, mujeres y niños, entre jardineros, pintores, albañiles, soldadores, entre otros, que se encargan de limpiar, reparar, pintar y decorar tumbas y mausoleos en los cementerios públicos.
Un hombre posa para una foto donde se han elaborado alfombras de aserrín en el Cementerio General, en el marco de Día de Muertos, este sábado de la ciudad de Comayagüela (Honduras). EFE/Gustavo Amador
Otros venden globos de colores con formas de corazón, osos de peluche y otros objetos de mucho colorido, con mensajes impresos dedicados a padres, hijos, tíos, abuelos, primos, esposos, amigos, ahijados y compadres, entre otros de sus seres queridos.
Aunque no son muchos, hay hondureños que recuerdan a sus familiares llevando a los cementerios, además de flores, alimentos, bebidas y música para degustar junto a la tumba de sus deudos.
No faltan los que llevan un mariachi y brindan con tequila por el descanso eterno de su familiar, al que le gustaban las rancheras mexicanas.
Este año, la Policía Militar de Orden Público (PMOP), que tiene el control del Sistema Penitenciario hondureño, designó a decenas de privados de libertad para que en la víspera contribuyeran con la limpieza de cementerios en ciudades cercanas a cárceles de máxima seguridad.
En esa labor también participaron privadas de libertad de la Penitenciaría Nacional Femenina de Adaptación Social, situada en Támara, unos 20 kilómetros al norte de Tegucigalpa, donde limpiaron la maleza del cementerio de esa comunidad.
Desde la Penitenciaria Nacional, para hombres, también situada en Támara, fueron desplazados decenas de privados de libertad para tareas de limpieza en cementerios públicos de Tegucigalpa.
Con información de EFE