TEGUCIGALPA, HONDURAS.
La vicepresidenta de la organización Moskitia Asla Takanka (Masta), Mirna Wood, se vio forzada a exiliarse debido a las amenazas recibidas en el contexto de su lucha contra la construcción de una megacárcel en territorios ancestrales de La Mosquitia.
Las advertencias incluyeron referencias directas al trágico caso de la ambientalista Berta Cáceres, asesinada en 2016.
En una reveladora entrevista para un foro televisivo, Wood confirmó que se encuentra fuera del país, aunque mantiene activa su defensa de los territorios pertenecientes a los pueblos misquitos, tawakas, garífunas y pechs.
La líder indígena expresó su firme oposición al proyecto gubernamental de construir una prisión para 20,000 personas en tierras consideradas sagradas por sus comunidades.
«No puede construirse una megacárcel donde están enterrados nuestros ancestros», enfatizó Wood, señalando que el proyecto viola el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
La activista denunció además que el actual gobierno de Xiomara Castro no ha implementado proyectos beneficiosos para la región, como la construcción de un hospital o la carretera entre Puerto Lempira y Wampusirpi.
En un giro polémico, Wood criticó duramente al general Roosvelt Hernández, jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, a quien acusó de ser un «activista del partido Libre» y de transformar a la institución militar en un «colectivo» del partido gobernante.
«Estamos ante un estado de derecho fallido», advirtió la dirigente, expresando su preocupación por el rumbo político del país.
A pesar de las tensiones, las comunidades indígenas han invitado al general Hernández a visitar la zona este viernes para dialogar directamente con los habitantes afectados por el proyecto carcelario, en un intento por encontrar una solución al conflicto que respete los derechos ancestrales de los pueblos originarios.