FRANCISCO MORAZÁN, HONDURAS.
En las últimas horas, la secretaria de Defensa, Rixi Moncada, insistió que la construcción de la megacárcel en Mocorón, Gracias a Dios, va porque es una disposición del Consejo Nacional de Defensa y Seguridad (CNDS) orientada hacia el bienestar común y de las mayorías, a pesar del rechazo de los habitantes de la Mosquitia.
En tanto, la también precandidata presidencial de la oposición, señaló que, “esa oposición hay que delimitarla bien porque sin perjuicio de que haya muchísima gente de buena fe, hay intereses, toda la zona ha sido utilizada como un corredor para la criminalidad organizada y para el tráfico de drogas y por supuesto cuando hay esos intereses que son de grupos, y en parte grupos criminales, el Estado quiere luchar con las herramientas de la legalidad y de la constitucionalidad, pero sobre todo con las herramientas que implican no sacrificar el bien común por un bien personal o individual”.
Aseguró que, el país necesita la construcción de centros penales y especialmente de cárceles de máxima seguridad para poder hacer no sólo labores de prevención, sino de combate y de encarcelamiento de células criminales que siguen operando en el país y que han estado vinculadas con sectores oficiales.
Remarcó que, uno de los objetivos es continuar con la desarticulación de la criminalidad organizada que operaba desde el interior de los centros carcelarios, especialmente en los 12 años y 7 meses de cruel dictadura.
A la vez, expresó que, “con Estados Unidos, nosotros especialmente, mantenemos una buena relación, pero es una relación de respeto, no de súbditos, es una relación de dignidad compartiendo desafíos que también les afecta a ellos como la lucha contra la narcoactividad y contra el flagelo de lavado de activos”, en referencia a la base militar estadounidense en Palmerola.
Destacó que, “la base aérea se mantiene en condiciones de respeto, dignidad y autoridad, porque está en nuestro territorio y nosotros hemos planteado toda nuestra colaboración, pero eso también debe ser recíproco, tiene que ser sin injerencias y sin condiciones de súbditos”.
Asimismo, exhortó a cuidar los procesos electorales hondureños de marzo y noviembre de 2025 porque ya se conoce cuáles con las consecuencias de los golpes de Estado.
“Sabemos lo que significa que un oficial o un policía levante sus armas, le apunte a un presidente y lo saque fuera del territorio violando todas las leyes, y argumentando defensas absurdas, todos hemos sido víctimas de esas consecuencias”, exteriorizó.
Puntualizó que, las elecciones son regidas por el Consejo Nacional Electoral (CNE), donde hay tres consejeros siendo mayoría el bipartidismo (PN y PL).
“El proceso electoral lo dirige el mismo bipartidismo que dio el golpe de Estado, el mismo bipartidismo que las elecciones de 2013, 2017 y 2021, y cuál es la diferencia, la diferencia es el reconocimiento político a la resistencia hondureña”, relató.
Concluyó que, “hay que hablar del proceso electoral sin fobia, de manera objetiva sabiendo que el CNE tiene el desafío de darnos elecciones limpias y democráticas”.