(RT)- El ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, mantuvo este domingo conversaciones telefónicas con sus homólogos de Francia y Turquía, Sébastien Lecornu y Hulusi Akar, así como con su par de Reino Unido, Ben Wallace. Durante las llamadas, Shoigú abordó con sus colegas internaciones las preocupaciones de Moscú por la puesta en marcha por parte de Kiev de un plan para el lanzamiento de una bomba sucia.
«Se debatió la situación en Ucrania, que tiene una tendencia sostenida hacia una escalada incontrolable ulterior», reza un comunicado del Ministerio de Defensa ruso. En ese contexto, Shoigú informó a Lecornu y a Akar de «sus preocupaciones por posibles provocaciones por parte de Ucrania con el uso de una bomba sucia».
Por su parte, el Ministerio de Defensa británico expresó «el deseo» de Londres «de reducir la intensidad» del conflicto entre Moscú y Kiev, y aseguró que el Reino Unido «está listo para ayudar» en ello. Asimismo, Wallace refutó las afirmaciones acerca de las intenciones de Ucrania de escalar las hostilidades en su territorio.
Posteriormente, Shoigú también habló por teléfono con el secretario de Defensa de EE.UU., Lloyd Austin, para abordar la situación en Ucrania. Se trata del segundo contacto telefónico que mantienen esta semana los dos titulares de Defensa. En la conversación anterior se discutieron cuestiones de seguridad internacional, incluida la situación en Ucrania, según el Ministerio de Defensa de Rusia. Por su parte, el Pentágono comunicó que «el secretario Austin enfatizó la importancia de mantener líneas de comunicación» en medio del conflicto entre Moscú y Kiev.
¿Qué es una bomba sucia?
Las bombas sucias son un tipo de arma que combina explosivos convencionales y sustancias radiactivas. Aunque no pueden generar una explosión nuclear, sí provocan la dispersión de sustancias radioactivas en la zona afectada.
Citando fuentes fidedignas de varios países, incluida Ucrania, la agencia RIA Novosti asegura que, bajo la dirección de supervisores occidentales se iniciaron trabajos para la producción de dichos artefactos, que ya se encuentran en su fase final, y estarían a cargo del Instituto de Investigación Nuclear de Kiev y una planta de enriquecimiento de uranio en la ciudad de Zhióltye Vody, en la región de Dnepropetrovsk.
Según la información suministrada por el medio, el propósito de Ucrania al recurrir a esas prácticas es que se culpe a Rusia del uso de armas de destrucción masiva en el marco de su operación especial en ese territorio. Esa situación socavaría aún más la confianza en Moscú y agudizaría la campaña antirrusa desde Occidente, donde plantean la posibilidad de privar a Rusia del estatus de miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU.