Las secciones de Amnistía Internacional (IA) en el continente americano manifestaron este martes su preocupación por cómo afecta el programa de gobierno del nuevo presidente de EE.UU., Donald Trump, a los derechos humanos y advirtieron que pueden tener el efecto de una «onda expansiva» en América Latina en particular.
«Nuestra misión en Amnistía Internacional es defender los derechos humanos para todas las personas, y seguiremos movilizando a millones de personas de todo el mundo para garantizar que los derechos humanos estén protegidos, sin importar quién ocupe la Casa Blanca», manifestó Ana Piquer, directora para las Américas de Amnistía Internacional, en un comunicado.
Piquer dijo que la organización de la que forma parte sabe «que el impacto de la política de Estados Unidos en los derechos humanos puede tener el efecto de una onda expansiva tanto en el resto del continente americano como en todo el mundo».
El comunicado menciona el historial de ataques de Trump a «las personas más vulnerables, especialmente las migrantes» y las anunciadas deportaciones de millones de ellos y el cierre de las fronteras de Estados Unidos, «sin examinar los casos de personas que necesitan protección».
La organización con sede en Londres recuerda que no solo EE.UU. tiene obligaciones internacionales en materia de derechos humanos, también las tienen México y demás países del continente.
«Las sociedades latinoamericanas llevan años presenciando cómo las decisiones políticas de Estados Unidos influyen —a menudo de manera no deseada— en el ámbito local”, declaró Rodrigo Bustos, director de Amnistía Internacional Chile.
En este sentido el comunicado recuerda al Gobierno de México sus «responsabilidades en virtud del derecho internacional» en previsión de las presiones que puede recibir de EE.UU. respecto a «las fronteras, la seguridad y la militarización», pero Indica que la «onda expansiva» amenaza a todos.
«Desde los gobiernos que se consideran de derechas, como Argentina, El Salvador y Paraguay, hasta los que se denominan de izquierdas, como México, Nicaragua, Cuba y Venezuela, seguiremos exigiendo la protección del espacio de la sociedad civil y de las personas que defienden los derechos humanos», agrega el comunicado.
AI de las Américas menciona que hay otros motivos de «preocupación creciente respecto al gobierno del presidente Trump»; uno es el «derecho de las mujeres a vivir sin violencia, así como el derecho a la salud sexual y reproductiva, incluido el aborto», otro los ataques a la comunidad LGTBI y un tercero su política respecto al cambio climático.
«La tendencia cada vez mayor a atacar los logros que los movimientos de defensa de los derechos de las mujeres y las personas LGBTQI+ han conseguido en las Américas se encontrará con una férrea resistencia y solidaridad, desde el extremo norte hasta el extremo sur del continente», dijo Mariela Belski, directora de AI Argentina.
Respecto a la anunciada retirada de Estados Unidos del Acuerdo de París sobre gases de efecto invernadero dice que «es una agresión a los derechos humanos».
«Como el segundo emisor mundial de carbono y la economía más grande del mundo, Estados Unidos tiene un papel crucial en la prevención de la catástrofe de derechos humanos que será inevitable a menos que se reduzcan drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero», subrayó Marina Navarro, directora de la Sección de Perú de Amnistía Internacional.
El comunicado manifiesta también «honda preocupación sobre cómo va el nuevo gobierno (de EE.UU.) a saldar la deuda de exclusión, marginación y abandono» con Puerto Rico y considera que Trump debería «renovar su apoyo a las necesidades de seguridad de Haití, centrándose en los derechos humanos y uniéndose a otros países de la región que han optado por una solución encabezada por el país caribeño.”
«La influencia de los Estados Unidos de América trasciende sus fronteras, e incluso el continente. No cabe duda de que el presidente Trump dejará su impronta en la política exterior, el comercio de armas y el multilateralismo. Su historial y su campaña advierten de grandes amenazas a los derechos humanos tanto dentro como fuera de las fronteras estadounidenses», manifestó Piquer.
Con información de EFE