El exdirector de la Policía Nacional, Juan Carlos “El Tigre” Bonilla, comparecerá este día en una audiencia de formalización de cargos en la Corte Federal del Distrito Sur de Nueva York.
La audiencia ha sido pospuesta en dos oportunidades en virtud que Bonilla y la Fiscalía negocian un acuerdo de culpabilidad con el que se busca reducir una inminente condena en su contra.
Si en la audiencia de este día “El Tigre” se declara culpable, su proceso continuará por la vía de un juicio rápido y enseguida se emitirá su condena. De lo contrario, si se declara no culpable será sometido a un juicio con jurado.
El exjerarca policial fue acusado por la Fiscalía de Manhattan de conspirar para ingresar al menos cinco kilogramos de cocaína a Estados Unidos, por lo que fue extraditado el pasado 10 de mayo.
La Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York acusó de narcotráfico y delitos relacionados al uso de armas de fuego al “El Tigre” Bonilla.
De acuerdo con el requerimiento fiscal, “Bonilla usó sus altas posiciones oficiales para facilitar el tráfico de cocaína y usó la violencia, incluyendo el asesinato, para proteger la célula particular de narcotraficantes conectados políticamente con los que se alineó, incluyendo con Juan Antonio ‘Tony’ Hernández, exdiputado y hermano del presidente de Honduras”.
Al jerarca policial lo hundieron ante la fiscalía de Estados Unidos y agentes de la Agencia Antidrogas (DEA), los testimonios brindados por los capos de la droga Alexander “Chande” Ardón, exalcalde de El Paraíso, Copán; Víctor Hugo Díaz Morales, alias “El Rojo” y Devis Leonel Rivera Maradiaga, uno de los principales cabecillas del cartel de Los Cachiros.
De acuerdo con el testimonio de “Chande” Ardón ante los fiscales, en 2011 un narcotraficante de la zona de Santa Rita de Copán, denominado “Víctima-1” e identificado como Franklin Arita Mata, se opuso a que él y “Tony” Hernández traficaran con cocaína a través de su municipio.
“Cuando CW1 (Alexander Ardón) informó este problema a Hernández Alvarado, este le respondió, que la ‘Víctima-1’ (Franklin Arita) necesitaba ser asesinada, y que se dirigiría a Juan Carlos Bonilla para llevar a cabo el asesinato”, señala la acusación.
Para ese momento, “El Tigre” Bonilla fungía como jefe regional de la zona noroccidental de la Policía, por lo que tenía jerarquía en varios departamentos, entre ellos Copán, vecinos a la frontera con Guatemala.
Tres días después, Hernández le comentó a Alexander Ardón que “El Tigre” Bonilla ya se encontraba monitoreando la ubicación de la víctima y planificando su crimen.
Poco después, “Tony” informó a Alexander Ardón que Bonilla Valladares había logrado ejecutar al narco Franklin Arita.
El documento de acusación señala que un informe de prensa de julio de 2011 informó sobre el crimen de Arita y que “El Tigre” Bonilla había señalado que el narco junto a otros tres guardaespaldas fueron asesinados tras ser atacados desde un vehículo blindado por individuos, usando dos lanzagranadas de 40 milímetros, rifles M-16 y rifles Galil.
Además, expresó que el ataque fue bien planificado y que para su sorpresa se había hecho de manera eficiente, porque los atacantes lograron limpiar el fondo de la escena del crimen.