El ministro de Energía y gerente provisional de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE), Erick Tejada, afirmó que el gobierno de la presidenta Xiomara Castro lucha por rescatar esta institución del estado deplorable en que la dejaron los 12 años de gobiernos nacionalistas al punto que algunas de las instalaciones estaban convertidas en ratoneras.
El funcionario compareció, explicando los pormenores de su gestión como parte de la estrategia de la Casa de Gobierno para que el pueblo hondureño conozca lo que se ha hecho en cada dependencia estatal a pocos días de cumplirse 10 meses de la administración de Castro.
Tejada comenzó diciendo que “la ENEE se encontró en un estado ingobernable y panorama terrorífico con mafias en compras y licitaciones, un entramado de corrupción a lo interno de la empresa que hemos tratado de combatir y estamos trabajando para su rescate”.
Detalló que todos los contratos que había en la ENEE, en general, eran una EEH en miniatura. Todos estaban en conflicto, había contratos vencidos, concesiones vencidas, excesivo personal administrativo y sus capacidades técnicas menguadas absolutamente. “Ese fue el panorama que encontramos”, subrayó.
Aseguró que el descalabro financiero está precedido de una hemorragia de leyes aprobadas en 2013 con el fin de cambiar la matriz energética y bajar las tarifas pero que al final solo favorecieron a ciertas mafias privadas abriendo un hoyo fiscal superior a los 65 mil millones de lempiras actualmente.
Entre las acciones que se están tomando en la ENEE, el ministro anunció la compra de 125 mil medidores para mejorar el control de reducción de pérdidas.
Vamos a salir aproximadamente con 130 cuadrillas y 400 personas con apoyo de las Fuerzas Armadas, el Ministerio Público y la Policía. “Para nosotros, los operativos antifraude anti hurto son fundamentales porque si no, no vamos a lograr los objetivos planteados. Nosotros vamos a aplicar mano dura sobre todo entre grandes consumidores que están ilegalmente”.
Con respecto a la mora, recordó que en el sector residencial es de unos diez mil millones de lempiras de los cuales mil millones es de gente que ha migrado o gente que ha muerto o ha cambiado de domicilio y es difícil recuperar.
A esto se suma la mora de cuatro mil millones que corresponde al Estado, eso involucra a todas las alcaldías como los entes centralizados y descentralizados. Junto con Finanzas, dijo, tienen un plan para recuperarlo porque durante los 13 años de los gobiernos nacionalistas se fue acumulando junto a la incapacidad de satisfacer nuevos suministros y la gran cantidad de conexiones ilegales.
