TEGUCIGALPA, HONDURAS.
La reciente reforma a la Ley de Tarjetas de Crédito, aprobada por el Congreso Nacional, podría obstaculizar significativamente las transacciones en línea en Honduras, generando un impacto negativo tanto para los consumidores como para el sector empresarial, especialmente las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Mipymes), según ha alertado la Asociación Hondureña de Instituciones Bancarias (Ahiba).
La preocupación de la Ahiba se centra en las modificaciones realizadas al Artículo 44 de dicha legislación, que ahora establece como requisito que los establecimientos comerciales afiliados deberán identificar al tarjetahabiente y obtener su firma al momento de utilizar una tarjeta de crédito o débito.
El texto aprobado especifica que las transacciones deben realizarse «siempre a la vista y en presencia del tarjetahabiente», ya sea mediante terminales de punto de venta (POS) digitales u otros mecanismos.
De acuerdo con el análisis de la asociación bancaria, esta disposición implicaría la eliminación práctica de los pagos en línea, comprometiendo servicios como plataformas de delivery, compra de medicamentos, transporte, restaurantes y otros rubros que han desarrollado modelos de negocio basados en el comercio electrónico.
La Ahiba enfatizó que las Mipymes constituirían el sector más perjudicado por esta reforma, dado que muchas de ellas no cuentan con espacios físicos de venta y dependen fundamentalmente del comercio digital y los enlaces de pago para conectar con clientes en diferentes regiones del país.
«Esta prohibición perjudica especialmente a las Mipymes que no tienen un espacio físico para sus ventas y usan el link de pago llegando a clientes ubicados en cualquier lugar del país», señala el comunicado emitido el 9 de mayo.
La entidad también considera que esta medida representa un retroceso significativo en el proceso de digitalización del sistema financiero hondureño, con potenciales efectos negativos para el dinamismo comercial y el crecimiento económico nacional.
Dante Mossi, expresidente del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), advirtió en declaraciones a medios de comunicación que, aunque la intención de la reforma pudiera haber sido generar mayor confianza entre los usuarios, la redacción actual afectará gravemente a los pequeños emprendimientos.
«El objetivo de la ley es dar más confianza al público, pero a la vez están afectando terriblemente a los pequeños y medianos negocios que hacen transacciones en línea. Es necesario revisar cómo se ha redactado ese artículo», indicó.
Por su parte, Nancy Ochoa, experta en banca y finanzas, recordó que el año pasado ya se había emitido una circular que regulaba específicamente las transacciones no presenciales, por lo que esta reforma podría entrar en contradicción con normativas vigentes en el sector.
Desde el ámbito legislativo, el diputado del Partido Salvador de Honduras, Carlos Umaña, ha rechazado la interpretación realizada por la Ahiba. Según explicó, el presidente del Congreso, Luis Redondo, aseguró que los cambios aprobados no impiden las transacciones digitales como se ha afirmado en diversos medios.
«Nos explicó que esa interpretación que le había dado la Ahiba no es la correcta y que por lo tanto él iba a dar las aclaraciones», manifestó Umaña, quien además advirtió que, de aplicarse la ley en los términos señalados por la asociación bancaria, su bancada interpondrá un recurso de revisión. «Todo eso va a seguir igual, y si no, nuestra bancada va a solicitar inmediatamente que esta ley no sea enviada al Ejecutivo», afirmó el congresista.
Cabe destacar que, aunque el Congreso Nacional aprobó la reforma a dos artículos de la Ley de Tarjetas de Crédito, esta aún no ha sido cerrada ni enviada al Poder Ejecutivo para su sanción, lo que podría permitir la revisión de los aspectos más polémicos antes de su entrada en vigor.