TEGUCIGALPA, HONDURAS.
La Comisionada Nacional de los Derechos Humanos, Blanca Izaguirre expresó su repudio por las constantes muertes múltiples que ocurren en el país, que desde el año 2010 a diciembre del 2022 suman cerca de 1,145 matanzas, de tres o más víctimas, que han dejado como saldo alrededor de 4,200 personas muertas violentamente.
La titular del Conadeh lamentó que, en el país, haya un irrespeto total a la vida de las personas, y se vulnere, cada día, un derecho fundamental para poder gozar de los demás derechos humanos.
La Defensora hizo un llamado a las autoridades encargadas de la seguridad en el país a tomarlas medidas preventivas y de investigación, necesarias, para que se castigue con todo el peso de la ley a los responsables de cometer esas muertes múltiples.
Explicó que la impunidad o la falta de castigo a los responsables contribuye a que se sigan repitiendo esos hechos con la misma certeza que sus crímenes no serán castigados.
En los últimos 13 años (2010 – 2022), los 18 departamentos del país han sido escenario de muertes múltiples, de tres o más víctimas, que han dejado luto, dolor y llanto en miles de familias hondureñas.
El mayor número de muertes múltiples se registró en el año 2010. Durante ese año se reportaron cerca de 150 matanzas que dejaron como víctimas alrededor de 540 personas. La menor cantidad de muertes múltiples se contabilizó en el año 2018 con 43 y un saldo de muerte que rondaba las 145 personas.
Alrededor de 50 muertes múltiples se registran en el 2022
Honduras mantiene un promedio de 10 homicidios por día, por lo que, al final del 2022, podría cerrar con la muerte violenta de entre 3,450 y 3,500 personas.
En lo que va del 2022 se han reportado unas 50 muertes múltiples, es decir, un promedio de cuatro mensuales. Hasta ahora, el mes de Julio se constituye en el más sangriento con 7 matanzas y 28 muertos.
A partir del 6 de diciembre, recién pasado, el Gobierno hondureño suspendió algunas garantías constitucionales en 89 barrios y colonias del Municipio del Distrito Central y 73 del Valle de Sula con el propósito de “mantener la seguridad, el orden y la paz en la comunidad”.
Sin embargo, en este mes de diciembre ya se registran 6 matanzas que han dejado como saldo una veintena de muertes violentas.
Al menos 14 de los 18 departamentos del país han sido escenario de muertes múltiples. En esta radiografía de la inseguridad unas 14 matanzas se reportaron en Cortés, el resto en Yoro, Francisco Morazán, Colón, Santa Barbara, Atlántida, Olancho, Lempira, Comayagua, El Paraíso, La Paz, Valle, Ocotepeque y Gracias a Dios.
En el caso particular del departamento de Cortés, alrededor de 50 personas perdieron la vida en las 14 matanzas que se registraron.
Otro de los hallazgos, es que más de 30 municipios de 14 departamentos del país fueron escenario, en el 2022, de matanzas de 3 y hasta 7 víctimas. En San Pedro Sula, Cortés se registraron 4 matanzas, 3 en Choloma, dos en Puerto Cortés; en el Municipio del Distrito Central se reportaron cuatro muertes múltiples.
Cuatro municipios del departamento de Yoro fueron escenario de igual número de matanzas que dejaron como saldo, al menos, 16 muertos; de igual manera, en 4 municipios de Santa Barbara se registraron igual número de matanzas que dejaron otros 16 muertos.
Es de señalar que el sicariato es la modalidad más común en las matanzas, ya que las víctimas son ejecutadas sin mediar palabra, por lo que no se descarta que haya casos donde el objetivo sea una persona y al final terminan matando también a inocentes.
El asesinato de personas es de las modalidades violatorias que generan desplazamiento forzado interno. La violencia homicida está relacionada directamente con la concreción de las amenazas de muerte producidas principalmente en el marco de la violencia criminal de grupos armados al margen de la ley.
En algunos casos los delincuentes se cubren el rostro con pasamontañas, usan chalecos antibalas, andan fuertemente armados e incluso hay quienes usan vestimenta policial.
El nivel de impunidad en este tipo de acciones violentas contra la vida sobrepasa el 95% ya que los responsables de las matanzas pocas veces son reconocidos y capturados por las autoridades encargadas de la seguridad, de la investigación y de mantener el orden.