- “No puedo violar la ley ni avalar decisiones nulas”: Consejera denuncia fractura institucional y advierte que el proceso electoral podría perder legitimidad si se continúa en ilegalidad
TEGUCIGALPA, HONDURAS.
La consejera del Consejo Nacional Electoral (CNE), Ana Paola Hall, anunció este miércoles que pone a disposición su cargo, en medio de la creciente crisis que atraviesa el órgano electoral, al considerar que las decisiones tomadas sin quórum legal son nulas y ponen en riesgo la credibilidad de los comicios generales de noviembre próximo.
En una carta dirigida al pueblo hondureño, Hall expresó: “He puesto mi mayor esfuerzo durante casi seis años por luchar con la convicción de que era posible escribir una nueva página en la historia electoral del país. Pero el CNE que era fuerte en 2021, hoy pierde día a día la batalla por ganar confianza y credibilidad”.
La renuncia ocurre en un contexto de alta polarización, en el que las sesiones del CNE han sido sostenidas únicamente por dos consejeros propietarios, lo cual ha sido fuertemente cuestionado por diversos sectores, incluida la propia Hall. “¿Es sostenible seguir pensando que un 2 a 0 durante más de cuatro meses es la salida? ¿Quién va a creer en las elecciones y sus resultados?”, se preguntó.
La funcionaria advirtió que vulnerar el quórum legal establecido no solo implicaría consecuencias penales, sino que dejaría en nulidad todas las decisiones adoptadas, lo que a su juicio no resuelve la crisis institucional, sino que la profundiza.
“No podría ver a los ojos a mis hijos sabiendo que hay sangre en mis manos. Elijo vivir con la frente en alto y la conciencia en paz”, concluyó Hall en su emotivo mensaje.
Con esta decisión, se abre un nuevo capítulo de incertidumbre en el proceso electoral hondureño, cuando faltan apenas cuatro meses para las elecciones generales.
ConfidencialHN reproduce el mensaje integro de Ana Paola Hall:
Pueblo hondureño: Hoy me dirijo a ustedes no solamente como consejera, sino sobre todo como hondureña: he puesto mi mayor esfuerzo durante casi seis años por luchar con la convicción de que era posible escribir una nueva página en la historia electoral de nuestro país.
El CNE nació para eso y en medio de una pandemia y pese a los obstáculos del gobierno anterior, se salió adelante con el proceso más limpio de la historia hondureña.
La meta al postularme nuevamente en el CNE era superar la excelencia de la última elección y a eso se he dedicado todo mi esfuerzo. Con los últimos acontecimientos se ha polarizado aún más la sociedad hondureña y se ha fracturado el CNE. Ese CNE que era fuerte en 2021, hoy día a día pierde la batalla por ganar confianza y credibilidad.
Las decisiones que muchos consideran que son la solución a esta crisis, pasan por actos viciados de ilegalidad que no puedo cometer. Vulnerar el quórum que la ley electoral establece no sólo puede implicar consecuencias penales, sino que no resuelve absolutamente nada: todas las decisiones que ahí se pudieran adoptar son nulas, todos los que participen de ellas tienen responsabilidad ¿Vamos a poner en esta situación a nuestros funcionarios?
No estoy dispuesta. ¿Acaso es sostenible seguir pensando que un 2 a 0 durante más de cuatro meses es la salida? Y si pese a todo eso, se llegara al día D.
¿Quién va a creer en las elecciones y sus resultados? Estoy segura que tomar el “camino fácil” del quebranto a la ley, solo nos lleva a un escenario donde no habría proceso electoral o, de haberlo, implicaría la confrontación de nuestro pueblo.
No podría ver a los ojos a mis hijos sabiendo que hay sangre en mis manos. Elijo vivir con la frente en alto y la conciencia en paz. He hecho lo humanamente posible y he guardado silencio ante constantes actos de irrespeto y presión pública de lado y lado.
Elijo no traspasar el límite de los principios y valores que me inculcó mi familia: Por eso hoy anuncio que estoy poniendo a disposición mi cargo, para que se inicien los procedimientos legales de sustitución que correspondan.