TEGUCIGALPA, HONDURAS.
El asistente de la presidenta en Atención a Presos Políticos y Sociales, Pedro Joaquín Amador, aseveró que las cárceles en el país, son una bomba de tiempo contraladas por el crimen organizado.
Reiteró que “el tema carcelario es una bomba de tiempo, hay mano del crimen organizado coludida con algunos policías y militares; hay que decírselos, aunque no les gusta”.
Por tanto, el funcionario dijo que espera que el director del Instituto Nacional Penitenciario (INP), Otoniel Castillo, ponga sus buenos oficios para resolver tal situación, aunque reconoció que se está haciendo lo que se puede.
Asimismo, amplió que han dialogado con el comisionado Castillo y que tiene toda la voluntad de cambiar la situación penitenciaria del país.
Sin embargo, subrayó que el problema es que las estructuras del exmandatario, Juan Orlando Hernández, siguen gobernando, por lo que hay que realizar una depuración de personas vinculadas a estructuras criminales.
Amador reconoció que no es fácil desmantelar las estructuras dentro de las cárceles porque hay autoridades policiales y militares confabuladas.
Concluyó que “el control de las cárceles está en manos de estructuras criminales”.