TEGUCIGALPA, HONDURAS.
El presidente de la Asociación Miskita Afrodescendiente e Indígena, Modesto Morales, reveló que ya es de conocimiento internacional “la amenaza y el abuso” en que estaría incurriendo el Gobierno con la construcción de cárcel en las Islas del Cisne.
“No se quiere escuchar al pueblo”, pese a los convenios universales, declaró el dirigente social.
Para la Asociación Miskita la obra del Gobierno atentaría contra un patrimonio de reserva natural en el Caribe hondureño.
Se trata de un plan de manejo sin consulta y que les podría orillar a llevar a cabo una demanda, alertó.
Morales señaló que la presidenta Xiomara Castro dijo que la cárcel en la isla es un proyecto de “seguridad nacional”, pero los pueblos indígenas igual merecen ser incluidos en la seguridad nacional.
“Defendemos nuestras raíces, el medio ambiente, esta es una lucha en la que nos tenemos que agarrar de Dios porque será muy difícil, pero llegaremos hasta donde tendremos que llegar por defender este territorio que nos ha costado”, expresó.
Esta semana, el Colegio de Biólogos de Honduras volvió a alertar la preocupación que existe por la construcción del centro penitenciario en las Islas del Cisne, que impulsa el Gobierno.
Los biólogos hondureños expresan “una profunda preocupación” fundamentada en la presencia de ecosistemas marino-costeros “con características biológicas y ecológicas sumamente especiales en dicha región”.
Según estudios previos de años anteriores, Islas del Cisne alberga ecosistemas, hábitats y especies raras y valiosas para Honduras y la región.
El proyecto carcelario en Islas del Cisne ha sido un tema muy controvertido desde su anuncio, considerando que forman parte de las 39 áreas protegidas prioritarias del país, y también representa la riqueza natural regional principalmente por la presencia del pájaro bobo y el arrecife parchado, más las consecuencias que dejaría para la actividad turística y de investigación.