- Mientras el gobierno acusa a la banca privada de no apoyar al campo, el propio banco estatal prefiere ganar intereses que otorgar créditos a productores hondureños.
TEGUCIGALPA, HONDURAS.
Aunque desde el oficialismo se ha señalado reiteradamente a la banca privada de negarse a financiar al sector productivo nacional, los hechos demuestran que el propio gobierno mantiene más de dos mil millones de lempiras en depósitos a plazo fijo dentro de esas mismas instituciones financieras, a través del Banco Nacional de Desarrollo Agrícola (BANADESA).
Según el memorando GFYT-84-2025, correspondiente al informe de inversiones de agosto de este año, BANADESA tiene 2,110 millones de lempiras colocados en seis bancos privados, generando intereses del 16 %.

Esa decisión refleja una contradicción entre el discurso político y la práctica financiera del actual gobierno, encabezado por el partido Libertad y Refundación (Libre).
La candidata presidencial Rixi Moncada ha acusado públicamente a la banca privada de “cerrar las puertas a los productores”, sin embargo, los datos oficiales del banco estatal demuestran que el dinero destinado al desarrollo agrícola está generando intereses en cuentas privadas, en lugar de convertirse en crédito para pequeños y medianos agricultores.
Lo que hace BANADESA contradice todo el discurso de Libre sobre democratizar la economía. Si el dinero del Estado no llega al campo, ¿de qué sirve tener un banco agrícola?
Inversión en lugar de producción
El informe interno de BANADESA revela el siguiente desglose de fondos en cuentas del sistema bancario del país:
- BANRURAL: 415 millones (5 cuentas)
- Banco Atlántida: 725 millones (9 cuentas)
- Promerica: 105 millones (2 cuentas)
- Ficensa: 390 millones (5 cuentas)
- Banco Cuscatlán: 200 millones (2 cuentas)
- BAC Credomatic: 250 millones (3 cuentas)
- CrediQ: 25 millones (1 cuenta)
En total, los más de 2,100 millones de lempiras depositados muestran una preferencia por la seguridad de los rendimientos financieros antes que asumir el riesgo de otorgar créditos productivos, función que constituye la razón de ser del banco estatal agrícola.
Contradicciones políticas y promesas sin cumplir
El discurso de Libre sobre “democratizar la economía” y “liberar a los hondureños del exilio financiero” parece diluirse entre las decisiones administrativas del propio gobierno.
Al final, el manejo de los recursos públicos a través de BANADESA refleja desconfianza hacia los productores hondureños y una inclinación por obtener rentabilidad bancaria, incluso en detrimento del desarrollo agrícola y la generación de empleo rural.
En conclusión, el gobierno confía más en la banca privada que en su propio pueblo.











