El FC Barcelona fortaleció su liderato al frente de la tabla de LaLiga Santander con una victoria en San Mamés ante el Athletic Club plasmado en el marcador por un tanto de Rafinha sobre la hora en la primera parte y con gran protagonismo del árbitro Jesús Gil Manzano y el VAR.
El árbitro extremeño había anulado inicialmente el tanto del brasileño, antes de que desde la sala VOR José Luis González González le sacase de su error; y posteriormente invalidase el tanto del empate de Iñaki Williams en el minuto 87 tras volver a verlo por la televisión y sancionando una mano de Iker Muniain muy anterior incluso al pase de Gorka Guruzeta al veloz delantero bilbaíno.
Esa decisión enfadó mucho más aún a un público muy en contra del Barcelona, al que gritaron ‘a Segunda, a Segunda’ en varias ocasiones.
Pero el marcador fue el que fue y el Barça mantiene los nueve puntos de ventaja con los que inició la jornada sobre el Real Madrid y el Athletic sigue varado en mitad de la tabla alimentando una mala racha que ahora es de dos puntos sobre 12 posibles.
De salida, Xavi regresó al 1-4-3-3 que había abandonado por el 1-4-4-2 y apostó por Sergi Roberto de lateral y Ferran como tercer delantero.
Valverde, por su parte, insistía en el doble pivote Dani-García-Vesga como protección en medio campo y además, con Muniain de nuevo en banquillo, apostaba por Raúl García junto a los Williams y Berenguer en ataque.
Equipo pétreo que dio a los rojiblancos un mejor arranque, presionando continuamente a un Barcelona que empezó a tomar el control pasado el cuarto de hora.
Aunque ya Ferran ya había amenazado al minuto y medio con un disparo al lateral de la red, ajustado al palo; y Nico había respondido con un disparo alto desde la frontal.
El dominio del juego le dio al Barça tres llegadas peligrosas y una gran oportunidad, un mano a mano a mano de Lewandowski ante Agirrezabala.
Pero al goleador polaco se le fue el último control, a un gran pase de Busquets, y el joven meta internacional sub-21 estuvo felino en la salida.