Durante el primer año de vida, los bebés niño “hablan” más que las niñas, y emiten sonidos parecidos a las vocales y sonidos cortos como ‘ba’ o ‘aga’ que, con el tiempo, acaban siendo sustituidos por palabras, frases y oraciones completas.
Este hallazgo, publicado este miércoles en la revista iScience, no deja de ser una sorpresa, ya que aunque algunos bebés “hablan” más que otros, no se sabía que hubiera diferencias por sexos ni que ellos “hablan” más que ellas.
Los autores creen que el estudio tiene implicaciones interesantes para los fundamentos evolutivos del lenguaje.
«La creencia generalizada es que las mujeres tienen una ventaja pequeña pero perceptible sobre los hombres en el lenguaje, pero en el primer año de vida ellos han demostrado producir más vocalizaciones similares al habla que ellas”, explica Kimbrough Oller, de la Universidad de Memphis (Tennessee)».
Sin embargo, la precocidad de los bebés varones en el desarrollo del lenguaje no dura mucho, ya que “las niñas alcanzan y superan a los niños al final del segundo año”, apunta Oller.
Oller y sus colegas no tenían interés en estudiar las diferencias por sexo. Su objetivo era observar cómo surge y evoluciona el lenguaje en la infancia, pero en 2020 hicieron un estudio en el que descubrieron que los niños empiezan a ‘hablar’ antes que las chicas.
Aquel estudio se hizo con pocos bebés pero ahora, al repetirlo tres años más tarde con un mayor número de bebés, han confirmado sus conclusiones.
La investigación se llevó a cabo con más de 450 mil horas de grabaciones durante todo el día de 5 mil 899 bebés que se analizaron automáticamente para contabilizar las expresiones de los bebés en los dos primeros años de vida y las palabras utilizadas por los cuidadores adultos en ese tiempo.
«Que sepamos, se trata de la muestra más grande de todos los estudios realizados sobre el desarrollo del lenguaje”, subraya Oller.
¿Una ventaja evolutiva?
En general, los datos mostraron que los bebés varones pronunciaban un 10 por ciento más de frases durante el primer año que las niñas y que, en el segundo año ocurría lo contrario: las niñas emitían un 7 por ciento más de sonidos que los niños.
Estas diferencias se observaron a pesar de que el número de palabras pronunciadas por los adultos que cuidaban de los niños era mayor en el caso de las niñas en ambos años que en el de los niños.
Los investigadores sugieren que es posible que los bebés varones vocalicen más pronto simplemente porque son más activos en general pero los datos no parecen corroborarlo, dado que el aumento de las vocalizaciones en los bebés varones desaparece a los 16 meses, mientras que su mayor nivel de actividad física no lo hace.
Pero los hallazgos podrían encajar con una teoría evolutiva según la cual los bebés emiten tantos sonidos desde el principio para expresar su bienestar y mejorar sus propias probabilidades de supervivencia, sugiere Oller.
«Creemos que puede deberse a que los niños son más vulnerables a morir en el primer año que las niñas y, dado que se producen tantas muertes de niños menores de un año, estos pueden haber estado sometidos a una presión de selección especialmente alta para producir señales vocales de bienestar”.
En el segundo año de vida, cuando las tasas de mortalidad descienden drásticamente de forma generalizada, añade Oller, “la presión sobre las señales especiales de aptitud es menor, tanto para los niños como para las niñas”.
Con información de EFE