TEGUCIGALPA, HONDURAS.
Las deportaciones de hondureños podrían aumentar en los próximos meses, alertó hoy César Ramos, coordinador de incidencia migrante de la Comisión de Acción Social Menonita (CASM).
Aunque los primeros cuatro meses del año reflejaron una disminución, el mes de mayo ya muestra un repunte en los retornos forzados, especialmente desde Estados Unidos.
Ramos advirtió que, de continuar esta tendencia, el 2025 podría cerrar con cifras similares o incluso superiores a las del año anterior, cuando se reportaron aproximadamente 42 mil deportaciones, según datos del Instituto Nacional de Migración (INM).
Esa cifra representó una reducción del 30.1% respecto a los 53,561 hondureños deportados en 2023.
“Durante los primeros meses del año vimos una baja, pero en mayo ya estamos registrando un aumento. Las políticas antiinmigrantes de Donald Trump siguen vigentes, y si regresa al poder, la situación podría empeorar drásticamente”, advirtió el representante del CASM.
El defensor recordó que existen más de 260 mil hondureños con orden de deportación bajo el sistema migratorio estadounidense, y que una eventual administración de Trump en 2025 podría concretar deportaciones masivas.
La mayoría de los hondureños retornados provienen de Estados Unidos, aunque también se reportan deportaciones desde México y otros países de tránsito.
Ramos hizo un llamado a las autoridades hondureñas a prepararse para un posible aumento en el flujo de retornados, y a fortalecer programas de reintegración y asistencia humanitaria.
“Hay una preocupación legítima en nuestras comunidades. Miles de familias podrían enfrentar el retorno forzado de sus seres queridos, sin empleo ni respaldo del Estado”, concluyó.
La situación migratoria de Honduras continúa siendo un reflejo de la falta de oportunidades, inseguridad y crisis estructurales que impulsan a miles a abandonar el país, aun sabiendo los riesgos que conlleva el viaje y el endurecimiento de las políticas migratorias en el norte.