Centroamérica enfrenta una crisis de desigualdad agravada por sistemas tributarios que, lejos de corregir las brechas sociales, las profundizan, lo que se refleja en la pérdida anual de 17.465 millones de dólares por evasión y abuso fiscal, recursos que si se recaudaran adecuadamente, permitirían erradicar la pobreza extrema en cinco años, advierte un informe presentado este jueves.
“En Centroamérica el 1% más rico acaparó en promedio 28,7 de cada 100 dólares de la riqueza total en la región, mientras que la mitad más pobre solo concentró 4,1 de cada 100 dólares en 2022″, esto significa que el grupo más rico posee, en promedio, «siete veces más riqueza» que la mitad más pobre de la población”, revela el informe de la ONG Oxfam.
La organización subraya que la polarización económica en la región tiene dos rostros: «la acumulación creciente de riqueza en manos de una muy reducida y poderosa élite, y la persistencia de altos niveles de pobreza y precariedad para millones de personas», particularmente mujeres, pueblos indígenas, afrodescendientes, niños, jóvenes y personas LGBTIQ+.
Actualmente, cerca de 20 millones de centroamericanos viven en situación de pobreza.
Un sistema tributario regresivo y la evasión fiscal
Una de las causas fundamentales de la extrema concentración de la riqueza y las amplias desigualdades en la región, según el informe «Más recursos para más derechos», es la permanencia de sistemas fiscales “insuficientes, regresivos e ineficientes”.
La representante de Oxfam en Honduras, Daisy Ávila, afirmó a EFE que las desigualdades son una de las causas estructurales de la pobreza en Centroamérica, y lamentó que los sistemas tributarios actuales contribuyan a profundizar las brechas económicas en lugar de reducirlas.
No obstante, Ávila sostuvo que es posible revertir esta situación si existe voluntad política por parte de los gobiernos y un compromiso con la transparencia en el manejo de los recursos públicos.
La región pierde «más de 17 millones de dólares al año» por evasión fiscal y prácticas tributarias abusivas, subrayó Ávila, quien hizo un llamado urgente a impulsar reformas fiscales que permitan una distribución más justa de la riqueza, garanticen derechos y contribuyan a disminuir las desigualdades que afectan a millones de centroamericanos.
También advirtió que todos los sistemas tributarios de Centroamérica son regresivos, es decir, dependen en gran medida de impuestos indirectos, como los aplicados al consumo.
«Esto golpea con más fuerza a las poblaciones más desposeídas, porque pagan esos impuestos por cada bien que adquieren en el mercado, mientras que los dueños de los grandes capitales cada vez tienen más capitales», explicó.
Carga desproporcionada sobre los más pobres
El promedio de recaudación tributaria en Centroamérica es del 20,6 % del Producto Interno Bruto (PIB), por debajo del promedio latinoamericano (21,7 %) y muy lejos del promedio de los países de la OCDE, que alcanza el 32,4 %.
Oxfam estima que si los países centroamericanos lograran un nivel de recaudación similar al de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), podrían incrementar sus ingresos fiscales en 30.400 millones de dólares anuales.
Uno de los principales problemas señalados por el informe es la estructura regresiva de los sistemas tributarios centroamericanos, donde predominan los impuestos indirectos (al consumo) sobre los directos (a la renta y el capital).
En promedio, los impuestos al consumo representan un 45,7 % de los ingresos fiscales, frente a un 29,8 % provenientes de impuestos a la renta y propiedad, es decir, por cada dólar recaudado en impuestos directos, se recaudan 1,53 dólares en impuestos indirectos.
Se estima que el 50 % más pobre de la población paga, en promedio, un 41,6 % de sus ingresos en impuestos al consumo, mientras que el 1 % más rico solo destina el 2,2 %.
Además, los sistemas fiscales centroamericanos pierden en promedio el equivalente al 0,73 % del PIB anual por prácticas fiscales abusivas llevadas a cabo por empresas, que incluyen el traslado de utilidades a paraísos fiscales, ocultamiento de activos, acuerdos fiscales preferenciales, manipulación de precios de transferencia y planificación fiscal agresiva.