TEGUCIGALPA, HONDURAS.
El presidente de la Comisión Interventora del Instituto Nacional Penitenciario (INP), General de Brigada Ramiro Fernando Muñoz, lanzó este martes un mensaje contundente: no habrá más contemplaciones, excusas ni privilegios dentro del Sistema Penitenciario Nacional.
Durante una inspección en el Centro Penitenciario Nacional de Támara (CPNT), el General advirtió que el tiempo de la tolerancia se terminó.
“Aquí no hay tiempo para seguir dando chances a quienes creen que el sistema va a seguir igual. El cambio es inmediato y obligatorio”, declaró con firmeza.
El mensaje estuvo dirigido tanto a funcionarios internos como a operadores técnicos del sistema. Muñoz puso bajo la lupa el papel de los Comités Técnicos Interdisciplinarios (CTI), integrados por profesionales como abogados, médicos y psicólogos.
Según el interventor, el compromiso y la eficiencia de estos equipos será evaluado sin concesiones.
“Si no están cumpliendo con su deber, no habrá excepciones”, sentenció.
Una de las denuncias más graves que hizo durante su visita fue la existencia de habitaciones con privilegios desmedidos: espacios diseñados para 40 personas estaban ocupados únicamente por seis internos, quienes incluso contaban con aire acondicionado.
“No vamos a permitir más privilegios ni desigualdades dentro de los recintos penitenciarios”, remarcó.
Este tipo de irregularidades, según la Comisión Interventora, representan los vicios que han perpetuado la corrupción y el desorden dentro del sistema carcelario. La nueva directriz apunta a una transformación profunda, centrada en la disciplina, la igualdad y la justicia.
“No dejaremos ni una tabla ni un bloque que signifique privilegio mal gestionado”, concluyó Muñoz, dejando claro que se acabaron los tiempos de impunidad dentro de los muros penitenciarios.
Con este nuevo enfoque, el INP se enfrenta al enorme desafío de convertir un sistema históricamente desigual y permisivo en uno donde se respete la ley, se reduzca la corrupción y se garantice el trato digno y equitativo para todas las personas privadas de libertad.