- Gabriela Castellanos denuncia escuchas ilegales, manipulación con inteligencia artificial y advierte que se busca deslegitimar la democracia en pleno contexto electoral
TEGUCIGALPA, HONDURAS. —
La directora ejecutiva del Consejo Nacional Anticorrupción (CNA), Gabriela Castellanos, lanzó una severa advertencia sobre prácticas que —según afirmó— están siendo utilizadas para proteger al poder político y no a la democracia, en un momento clave para el país tras las elecciones generales del 30 de noviembre.
En su más reciente columna “Disculpen mi Castellano”, titulada “Cuando el poder fabrica la crisis”, Castellanos denunció el uso de escucha ilegal, vigilancia indebida e inteligencia artificial como armas políticas para manipular la opinión pública, erosionar la institucionalidad y sembrar desconfianza en el proceso democrático.
“Síntomas clásicos de gobiernos que pierden legitimidad”
Castellanos sostuvo que cuando un gobierno comienza a perder respaldo ciudadano, emergen mecanismos de control y manipulación que atentan contra los derechos fundamentales.
“No se trata de un error ni de un exceso aislado: son síntomas clásicos de gobiernos que saben que el respaldo ciudadano se les escapa de las manos”, afirmó.
La titular del CNA explicó que, bajo supuestos argumentos de seguridad, se justifican intromisiones en la vida privada, la recolección selectiva de audios y la exhibición fragmentada de conversaciones, sin verificación ni contexto, con el objetivo de instalar sospechas y no de esclarecer hechos.
“No se busca esclarecer; se busca instalar dudas a través de un espectáculo que revela la desesperación de quienes pierden el poder”, señaló.
Inteligencia artificial como nueva herramienta de manipulación
Uno de los puntos centrales del escrito es la advertencia sobre el uso cada vez más peligroso de la inteligencia artificial, que —según Castellanos— permite fabricar montajes con una facilidad alarmante.
La directora del CNA mencionó clonación de voces, creación de perfiles falsos y simulación de errores técnicos como recursos que pueden ser utilizados para desacreditar adversarios políticos y contaminar el debate público.
“El objetivo no es demostrar veracidad, sino hacer circular la información lo suficiente para contaminar el debate público”, alertó.
Un fraude más allá de las urnas
En el contexto del proceso electoral hondureño, Castellanos advirtió que existe un tipo de fraude que va más allá de las actas o las mesas de votación: el fraude de la escucha ilegal y la manipulación sonora, el cual puede convertirse en una herramienta de chantaje y presión política, especialmente durante etapas sensibles como el conteo de votos.
Según explicó, estas prácticas buscan conservar privilegios, desacreditar al adversario, erosionar la confianza en el árbitro electoral y debilitar la credibilidad del propio proceso democrático.
“La democracia no necesita un golpe frontal para debilitarse: basta con presentarla como ilegítima”, enfatizó.
Llamado a respetar la voluntad popular
Castellanos aseguró que el uso político de la inteligencia artificial y la vigilancia ilegal representa una amenaza directa al derecho a disentir, a participar y a elegir, pilares fundamentales del sistema democrático.
Finalmente, hizo un llamado firme a respetar la voluntad ciudadana expresada en las urnas el 30 de noviembre, advirtiendo sobre los riesgos de desconocer o manipular el proceso electoral.
“Desconocer el proceso, ensuciarlo o manipularlo no es un acto de gobernabilidad: es una confesión de derrota moral. Buscan ganar con el caos lo que no pudieron con las urnas”, concluyó.








