La presidenta del órgano electoral rompe el silencio, advierte atrasos en el calendario y exige madurez política para evitar un colapso democrático.
TEGUCIGALPA, HONDURAS.
En medio de una creciente crisis institucional que ha paralizado las decisiones clave del Consejo Nacional Electoral (CNE), la presidenta del organismo, Cossette López, compareció ante los medios este martes para lanzar una dura advertencia: “El CNE está siendo atacado”, y lo atribuye directamente a una persecución política orquestada desde sectores de poder.
“Nuestro único aliado es la transparencia, el pueblo y la comunidad internacional”, declaró la funcionaria, quien no ocultó su preocupación por el deterioro del clima democrático a 131 días de las elecciones generales.
Durante su alocución, López confirmó que los paquetes documentales requeridos al Ministerio Público ya fueron entregados, tras varios intentos formales.
Esto permitirá desbloquear procesos esenciales como la ejecución de garantías por incumplimientos y el pago de compromisos pendientes con proveedores.
Parálisis interna y ataques desde afuera
Ante los señalamientos de decisiones unilaterales, López respondió tajante:“Yo soy un voto, una persona. No respondo por actos ajenos. Cada decisión mía tiene fundamento legal”.
Asimismo, reconoció que durante semanas el despacho del consejero Marlon Ochoa fue el único que emitía certificaciones, lo que afectó contrataciones clave.
No obstante, confirmó que ya se logró integrar personal técnico desde los tres despachos, lo que permitirá avanzar en tareas urgentes como la recontratación de personal y la organización logística electoral.
En relación a las múltiples denuncias y requerimientos del Ministerio Público en su contra, López no dudó en calificarlos como represalias políticas: “Esto es persecución. Queremos justicia, no linchamiento institucional. La ley debe ampararnos”.
Atrasos sin cifras y riesgo para el calendario electoral
La presidenta del CNE admitió retrasos en la planificación electoral: “Habíamos avanzado 45 hitos de más de 100. El problema no es solo el atraso, sino la imposibilidad de tomar decisiones urgentes mientras el pleno sigue inactivo”.
Consultada sobre el impacto directo en la elección del 2025, evitó dar cifras concretas, pero lanzó una advertencia:
“El país necesita urgencia, no anuncios vacíos. Apegarse a la ley ya no es garantía de tranquilidad. El ataque al CNE es visible”.
Sin diálogo con Ochoa, pero con voluntad de consenso
López confirmó que no mantiene comunicación con los otros consejeros, incluyendo a Marlon Ochoa, pero insistió en su voluntad de retomar el diálogo: “Lo importante es volver a una sesión de pleno. Estamos adelantando toda la documentación posible para no perder tiempo cuando eso suceda”.
Además, cuestionó la lógica política actual: “Ninguna renuncia de un consejero debería poner en riesgo una elección nacional. Esto no puede depender de una silla vacía”.
“La democracia no puede seguir rehén de la política”
Cossette López cerró su intervención exigiendo madurez política de todos los actores involucrados: “Tenemos que construir diálogo. No podemos permitir que las elecciones estén en juego por intereses coyunturales. Si no hay conciencia institucional, no habrá estabilidad democrática”.
Con el calendario electoral ajustado, el Congreso Nacional estancado y el CNE funcionando a medias, la advertencia de la consejera presidenta no es menor: la democracia hondureña está en riesgo, y el reloj no se detiene.