- Cerco de seguridad rodea el edificio mientras persiste el boicot interno del consejero Marlon Ochoa y sus suplentes; crecen los llamados a la Fiscalía para que actúe
TEGUCIGALPA, HONDURAS.
Un imponente dispositivo de seguridad rodea este lunes las instalaciones del Consejo Nacional Electoral (CNE), en un operativo dirigido a evitar disturbios o manifestaciones durante la jornada en la que se recibirán las propuestas técnicas para adjudicar el sistema de biometría, pieza clave del proceso electoral previsto para noviembre.
Desde tempranas horas de la mañana, agentes policiales han blindado los accesos al edificio, en el centro de Tegucigalpa, como medida preventiva ante la creciente tensión política que rodea al órgano electoral.
El operativo se da en un contexto de alta confrontación dentro del pleno del CNE, donde los acuerdos siguen sin concretarse debido al rechazo del consejero propietario Marlon Ochoa a participar en las sesiones, argumentando supuestos intentos de fraude en el proceso.
Ante su reiterada ausencia, así como la de sus suplentes, las consejeras Cossette López y Ana Paola Hall han convocado nuevamente a sesionar este lunes, amparadas en lo que establece la Ley Electoral, que les permite avanzar con el cronograma en ausencia de los demás miembros si existe un impedimento reiterado sin justificación válida.
Crece presión para que se actúe contra el boicot
Diversos sectores de la sociedad civil y actores políticos han comenzado a exigir una acción firme del Ministerio Público contra lo que consideran un claro intento de boicot al proceso democrático.
Los señalamientos apuntan directamente a Marlon Ochoa y a sus suplentes, a quienes acusan de obstaculizar deliberadamente las decisiones técnicas que permitirían avanzar en la organización de las elecciones generales de noviembre de 2025.
La instalación del sistema de identificación biométrica es uno de los pasos críticos para garantizar mayor transparencia y confiabilidad en los comicios, por lo que el retraso en su adjudicación ha generado preocupación nacional e internacional.
Mientras tanto, el cerco policial frente al CNE refleja el ambiente de polarización y desconfianza que ya empieza a marcar el proceso electoral, a pocos meses de la cita en las urnas.