TEGUCIGALPA, HONDURAS.
En un escenario marcado por la incertidumbre de cara al próximo proceso electoral, el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Honduras anunció que impulsará acciones concretas para enfrentar la violencia política de género y promover la participación equitativa de las mujeres en la vida política del país.
Para ello, contará con el respaldo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), según lo confirmó la consejera Ana Paola Hall.
“La violencia contra la mujer es un tema complejo, y cuando hablamos de violencia política de género, la situación es aún más preocupante. Por eso hemos solicitado el apoyo de cooperantes internacionales, en este caso del PNUD, para implementar un monitoreo que nos permita registrar de manera sistemática los casos de violencia política contra las mujeres”, explicó Hall.
Monitoreo y evaluación de la equidad
Además de identificar y documentar las agresiones, el CNE evaluará el nivel real de acceso de las mujeres a los espacios políticos, tanto en términos de representación como de visibilidad.
“Queremos saber cuántos espacios se están otorgando a las mujeres en los foros políticos, en los medios, en la pauta publicitaria. Si de verdad existe esa equidad de condiciones que muchos aseguran defender, tiene que reflejarse en la práctica diaria”, añadió la funcionaria.
El plan incluye una serie de mapeos, valoraciones y análisis detallados sobre la participación política femenina, con el objetivo de generar datos verificables que permitan diseñar estrategias efectivas para reducir la desigualdad y enfrentar la discriminación estructural que persiste en el ámbito político.
Un reto institucional en medio de un clima incierto
Aunque las iniciativas anunciadas reflejan una preocupación legítima por la equidad de género, la efectividad de estas medidas dependerá de la capacidad operativa del CNE y del compromiso político de sus autoridades.
La falta de sanciones claras ante actos de violencia política y la persistente influencia de estructuras partidarias dentro del órgano electoral, son elementos que podrían obstaculizar los avances reales.
Hall reconoció el contexto adverso en el que se están desarrollando estas acciones. “Todos somos conscientes de que este no es un panorama fácil, pero eso no puede detenernos. Estoy fuerte y determinada, y el CNE también lo está”, sostuvo.
Finalmente, la consejera subrayó que garantizar condiciones justas para las mujeres no es solo un tema de derechos, sino un elemento clave para fortalecer la democracia y la legitimidad del proceso electoral.
Sin embargo, organizaciones de mujeres y sectores ciudadanos exigen que estas declaraciones se traduzcan en acciones concretas, con seguimiento público, sanciones efectivas y voluntad institucional sostenida.