• Asfura mantiene una ventaja de 19,751 votos sobre Nasralla mientras el país exige claridad y el sistema continúa paralizado desde la tarde del 5 de diciembre
TEGUCIGALPA, HONDURAS.
La incertidumbre postelectoral volvió a escalar este sábado luego de que la plataforma del Consejo Nacional Electoral (CNE) cumpliera casi 19 horas sin actualizar los resultados preliminares.
Desde las 4:30 p.m. del jueves 5 de diciembre, el sistema permanece sin registrar nuevos avances en el conteo de votos, prolongando la tensión en un país que sigue pendiente del escrutinio final.
La última actualización disponible mantiene al candidato del Partido Nacional, Nasry Asfura, por encima del presidenciable liberal, Salvador Nasralla, con una diferencia de 19,751 votos.
Cifras estancadas del escrutinio
Según los datos más recientes difundidos antes de la paralización, el CNE reporta:
• Actas correctas: 14,451
• Actas con inconsistencias: 2,407
• Actas transmitidas: 16,858 de 19,152
• Avance del escrutinio: 88.02%
En cuanto a los votos no válidos:
• Votos blancos: 57,866
• Votos nulos: 103,926
Estas cifras, que no se mueven desde hace casi 19 horas, representan el punto más prolongado de inactividad desde que comenzó la divulgación oficial.
Un país en pausa mientras crecen las exigencias de transparencia
La falta de actualizaciones ocurre en un contexto de crecientes señalamientos entre partidos, denuncias de manipulación de actas y reclamos de auditorías profundas.
Distintos sectores políticos y sociales han insistido en la necesidad de una mayor claridad, especialmente en las actas con inconsistencias que aún no han sido procesadas.
Mientras tanto, las bases partidarias, observadores y ciudadanía en general siguen en vilo.
El prolongado silencio del sistema del CNE no solo alimenta dudas, sino que también incrementa la presión sobre el organismo electoral para que reanude de inmediato la divulgación.
Un escrutinio que avanza a paso lento
Con más del 88% del conteo completado, el país esperaba que el CNE comenzara a reducir la incertidumbre en lugar de ampliarla.
Sin embargo, el frenazo en la plataforma ha prolongado la tensión en un proceso electoral ya marcado por denuncias, confrontaciones y un ambiente de desconfianza generalizada.
Por ahora, la única certeza es que Honduras continúa esperando. Y el reloj sigue corriendo.








