- La convocatoria impulsada por Rixi Moncada movilizará bases desde todo el país para permanecer en Tegucigalpa de forma indefinida, en una estrategia que la oposición califica como presión callejera al proceso electoral.
TEGUCIGALPA, HONDURAS.
A tres semanas de las elecciones generales, el oficialismo apuesta por tomar las calles y presionar desde el terreno político.
El diputado del partido Libertad y Refundación (Libre), Cristian Hernández, confirmó que este domingo 9 de noviembre dará inicio en Santa Bárbara la denominada “movilización sin retorno”, convocada por la candidata presidencial Rixi Moncada.
“Primero recibimos a nuestra candidata en Santa Bárbara ese día domingo, y luego de esa concentración estaremos saliendo los primeros buses hacia la capital”, anunció Hernández, quien aseguró que los colectivos y comandos de Libre ya afinan la logística para el desplazamiento masivo.
El plan, según el diputado, contempla que militantes de los 18 departamentos se movilicen de manera escalonada hacia Tegucigalpa, donde permanecerán de forma indefinida para “defender el proceso electoral”.
Moncada, exministra del gobierno de Xiomara Castro y figura central del proyecto oficialista, ya había adelantado que su intención es mantener en la capital una base política permanente hasta la celebración de las elecciones, una medida que —según ella— busca garantizar transparencia y evitar “fraudes”.
Críticas y temor a presión política
La estrategia ha sido recibida con preocupación por diversos sectores, que ven en esta movilización masiva un intento de presionar a las autoridades electorales y condicionar el clima político a favor del oficialismo.
Analistas sostienen que desplazar miles de simpatizantes a la capital antes de las elecciones aumenta la tensión, profundiza la polarización y podría sentar las bases para conflictos en caso de resultados adversos para Libre.
Observadores electorales y organizaciones civiles han advertido que, en vez de fortalecer la confianza en el proceso, este tipo de acciones podrían interpretarse como una señal de intimidación o intento de control territorial en la capital.
Respuesta de Libre
Pese a los cuestionamientos, Hernández defendió la decisión asegurando que se trata de una acción legítima y pacífica.
“Libre está decidido a defender el proceso electoral”, afirmó, insistiendo en que los preparativos avanzan en cada municipio del país.
Sin embargo, los llamados oficiales contrastan con el discurso institucional y ciudadano que pide calma, respeto a las reglas democráticas y garantías para todos los participantes.
Un clima preelectoral tenso
La movilización de Libre se suma a un contexto político caliente, con denuncias cruzadas sobre imparcialidad de los órganos electorales, tensiones entre poderes del Estado y un ambiente que recuerda momentos de inestabilidad vividos en procesos electorales anteriores en Honduras.
Con esta decisión, el oficialismo parece apostar por una presión desde las calles, mientras la oposición exige garantías y transparencia institucionales.
El país entra así en una recta final electoral marcada por movilización política, discursos de confrontación y una ciudadanía expectante ante lo que podría convertirse en una de las jornadas electorales más tensas de los últimos años.











