TEGUCIGALPA, HONDURAS.
El Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (CONADEH), alertó este lunes a la población sobre los diferentes “rostros” con que se presentan quienes se dedican a la trata de personas que han convertido esta actividad ilícita en la forma de esclavitud del siglo XXI.
La titular del CONADEH, Blanca Izaguirre considera que la trata de personas es una de las más graves violaciones a los derechos humanos porque afecta la dignidad, el buen nombre y honra de las personas víctimas de este delito que afecta en su mayoría a mujeres, niños y niñas.
La trata de personas es un delito grave y una violación a la libertad individual que socava los derechos humanos con efectos perjudiciales, en la mayoría de los casos, insuperables para las víctimas.
Elsy Reyes, coordinadora de la Defensoría de Movilidad Humana del CONADEH explicó que los tratantes van cambiando sus modalidades, sus tácticas, sus dinámicas para captar a las víctimas y señaló que las principales estrategias las ponen en práctica en las redes sociales.
En las redes sociales, hay invitaciones de hombres muy “atractivos”, muy “guapos” y las jóvenes la aceptan de inmediato, incluso ahora enamoran a sus víctimas, pueden llegar incluso a tener una relación y luego las citan a algún lugar y es allí cuando las captan.
Indicó que los tratantes también van identificando a las mujeres solas y las mujeres en situación de pobreza, ofrecen trabajos por las redes sociales, en un país caracterizado por los altos niveles de desempleo.
Explicó que los tratantes son redes muy estructuradas, al extremo que hay personas que se dedican a dar seguimiento y una vez identificada la víctima, hay otra persona que la capta.
Hay que tener mucho cuidado con invitaciones de empresas extranjeras que están contratando personas, a quienes les ofrecen llevarlas y hasta pagarle los gastos y, una vez que están con ellas, son llevadas para otros países para temas de explotación sexual.
Señaló que el delito de trata de personas es muy complejo de investigar y que, en Honduras, hay una gran cantidad de mujeres niñas y niños desaparecidos y no se sabe si están siendo víctimas de trata de personas.
Es difícil identificarlo porque una vez que es captada , la persona desaparece, pierde comunicación, le quitan el teléfono y no hay forma de comunicarse con sus familiares, incluso hasta le cambian el nombre a la persona.
Es muy difícil encontrar a las niñas y mujeres que están desaparecidas cuando están siendo víctimas de trata de personas, puntualizó.
Se estima que, entre el 2019 y el 2021, las autoridades hondureñas habrían investigado alrededor de 320 casos de trata de personas en su mayoría vinculados con fines de explotación sexual y el trabajo forzado.
Datos oficiales establecen que, en el 2023, fueron identificadas y atendidas 105 víctimas, entre las cuales figuran 60 mujeres, 27 niñas, 16 niños, un hombre y una persona de la comunidad LGTBI.
La mayor parte de los casos fueron registrados en Roatán, San Pedro Sula, La Ceiba, Comayagua, Choluteca y Trojes.
En el primer trimestre del 2024, las autoridades hondureñas rescataron a cinco niñas y una mujer adulta.
La trata de personas dentro y fuera de Honduras se utiliza principalmente para fines de explotación sexual de mujeres y niños, servidumbre doméstica y práctica de trabajo forzado urbano y rural.