El expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro fue sentenciado a pagar una multa de 50 mil reales brasileños, por perpetrar 175 ataques contra la prensa en su país, aunque podrá apelar la resolución.
Fue la Cuarta Sala de Derecho Privado del Tribunal de Justicia de São Paulo a través de la que se dictó esta sentencia en segunda instancia, tras una denuncia del Sindicato de Periodistas del Estado de São Paulo, reportó el periodista Vinicius Segalla, para Intercept-Brasil.
El caso refiere que las agresiones ocurrieron en 2020, de las cuales, 26 fueron directas contra periodistas, además de 149 intentos de descrédito y dos hechos dirigidos contra la Federación Nacional de Periodistas (FENAJ).
Las 175 agresiones fueron documentadas en el informe 2020 de la FENAJ: “Violencia contra periodistas y libertad de prensa en Brasil”, y detalla cada uno de los sucesos.
Mientras tanto, Vinicius Segalla aseguró que esta sentencia, fue la tercera que pierde Bolsonaro dentro del mismo proceso, luego de que el 7 de junio de 2022, la jueza de primera instancia, Tamara Hochgreb, lo condenó con una multa de 100 mil reales, misma que apeló el ex presidente.
Sin embargo, en mayo de este 2023, la Sala 4 del TJ-SP confirmó la condena, aunque redujo el monto a la mitad.
Aun así, Bolsonaro interpuso un nuevo recurso, conocido como embargo de declaración y afirmó que sus “críticas” no eran para toda la prensa, sino solo a la parte que consideraba “prensa de izquierda”.
Entre los hechos que destacan, de las 175 agresiones denunciadas, se encuentra la ocurrida el 4 de marzo de 2020, cuando el comediante Marvio Lúcio, del programa brasileño, Pânico, llegó hasta una rueda de prensa frente al Palacio de la Alvorada e intentó repartir un racimo de plátanos entre los periodistas, bajo el visto bueno del entonces presidente Bolsonaro.
También se vertieron datos sobre los comentarios homofóbicos, agresiones verbales y demás que tuvo con reporteras, a quienes callaba durante las entrevistas, aunado a la amenaza que hizo a un reportero de O Globo, respecto a “querer golpearlo en la boca” porque el periodista le preguntó sobre la investigación que corría sobre el militar, Fabrício Queiroz, quien presuntamente había depositado cheques en la cuenta de Michele Bolsonaro, esposa del expresidente, entre otros sucesos.