TEGUCIGALPA, HONDURAS.
La Fiscalía Especial de Delitos Contra la Vida (FEDCV) se notificó hace unos instantes de la resolución de la Corte de Apelaciones de lo Penal de San Pedro Sula que ratifica el auto de formal procesamiento logrado el 23 de octubre de 2022 en contra de cuatro policías presuntamente involucrados en la muerte violenta del aficionado del Real España, Wilson Ariel Pérez Hernández.
Los procesados son: el subcomisario de policía, Carlos Roberto Escobar Mejía por los delitos de asesinato, tortura y simulación de infracción inexistente y el subinspector de policía, Luis Armando Sauceda Santos, por el delito de encubrimiento de asesinato.
Asimismo, el agente de investigación Bayron Patricio Zelaya Gálvez por los delitos de encubrimiento de asesinato y encubrimiento de tortura y la agente Chelssi Patricia Sandres Hernández por el delito de falsificación de documentos públicos (elaboración de reporte de una denuncia falsa).
A Carlos Roberto Escobar Mejía se le decretó prisión preventiva y a los demás uniformados el juez les mantuvo las medidas sustitutivas impuestas desde la audiencia de declaración de imputado.
En el caso de Carlos Roberto Escobar Mejía, el Ministerio Público apeló un sobreseimiento provisional que se le había otorgado por el delito de falsificación de documentos públicos, el que le fue revocado por la Corte de Apelaciones, ordenando que se le decrete igualmente un auto de formal procesamiento por dicho ilícito penal.
Las diligencias efectuadas por agentes de delitos contra la vida de la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC) y fiscales de la Sección de Investigación de Muertes Cometidas por Miembros de los Cuerpos de Defensa y/o Seguridad, Orden Público o Funcionarios del Estado concluyen que el día 31 de mayo de 2022 dos equipos de policías asignados a la extinta Fuerza Nacional Anti Maras y Pandillas (FNAMP) se dirigieron a la colonia Nueva Esperanza de San Pedro Sula e ingresaron a la vivienda donde estaba la víctima, quien al ver la presencia de las autoridades salió en veloz carrera por uno de los bordos del río Piedras, mientras los uniformados le realizaban disparos con armas de fuego donde uno de los proyectiles impactó en la espalda del aficionado cayendo sobre la acera, por lo que los policías lo subieron a la paila del vehículo tipo pick up el que se conducían, ahí lo sometieron y lo torturaron, cuando lo trasladaban al hospital Mario Catarino Rivas, donde murió.
El dictamen de autopsia determinó que la causa de muerte de Wilson Ariel, fue por una herida por arma de fuego con laceración pulmonar derecha y hemotórax derecho, en donde se logró acreditar además que el arma de fuego encontrada, fijada y levantada en la escena del crimen por la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) corresponde a una pistola, marca Girsan, serie T6368-11 G 00020, que fue hurtada por agentes de la FNAMP en fecha 16 de octubre del 2020 en operativo realizado en Quimistán, Santa Bárbara.
Sumado a ello, en las inspecciones practicadas se recolectaron dos casquillos metálicos cerca del lugar donde recibió el disparo Wilson Ariel y dos casquillos a inmediaciones donde se encontró el arma antes descrita y al ser comparadas balísticamente, el dictamen concluyó que estos casquillos fueron percutidos por el arma decomisada en 2020, desvirtuando la versión que hubo enfrentamiento o atentado en contra de la autoridad.
Cabe destacar que, para la investigación se tomaron parámetros en base al Protocolo de Minnesota sobre la Investigación de Muertes Potencialmente Ilícitas y también el Manual Único de Investigación Criminal, en un caso en el que se ponen en evidencia las actuaciones arbitrarias de la autoridad policial al tomar revancha en contra el barrista del equipo Real España, quien el 29 de mayo agredió a la inspectora de policía Denia Michelle Contreras Sierra durante la final del futbol hondureño.